CCOO y UGT denuncian la constante improvisación y desbarajuste de Correos en las Elecciones Autonómicas de Euskadi y Galicia consecuencia de la impericia del equipo de Dirección actual de Correos, más ocupado en dar imagen que en la gestión de la empresa
- Las decisiones personales de la Dirección de Correos han provocado, además de un “revolcón” de la junta Electoral por su decisión de paralizar la propaganda electoral, atascos importantes en la actividad postal por la insuficiente dotación de plantilla y la búsqueda in extremis de voluntarios/as por la falta de planificación y el hacinamiento de ciudadanos/as en las oficinas, en un intento de evitar “colas” para cuidar su imagen personal con evidentes riesgos para la salud.
La organización de los trabajos extraordinarios para afrontar la convocatoria de elecciones del próximo 12 de julio, ha supuesto un dificilísimo reto para Correos. CCOO y UGT ya advirtieron que, visto el personalismo e impericia de la Dirección actual, había un alto riesgo de que no se planificasen las medidas operativas y de plantilla para atender el proceso electoral con garantías. Y así ha sucedido y sucede.
CCOO y UGT ya criticaron anteriormente la “ocurrencia” personal del presidente de abrir la posibilidad de la recogida del voto por correo durante el reparto sin contar con las enormes dificultades y riesgo que conllevaba para la cadena de contagios por COVID, tanto de trabajadores/as como ciudadanos/as, además de que abría espacios a la posible manipulación del voto por correo. La impericia y la tendencia a buscar un protagonismo político exacerbado y alejado de la tradición postal por la cual Correos es un instrumento facilitador, discreto y eficaz de los procesos electorales, han provocado una situación tan absurda como incómoda para todos los y las profesionales postales. Sin entrar en el debate político que se ha ocasionado a consecuencia de la decisión de la Junta Electoral, lo cierto es que la imagen de Correos ha sufrido un desgaste injusto que no tiene precedentes en la historia del servicio postal. Y la responsabilidad de esta situación tiene el nombre y apellidos de un presidente que parece preocuparse más de su propia imagen que de Correos.
El último episodio de improvisación en la gestión ha sido el precipitado anuncio de un REPARTO EXTRAORDINARIO, pagado con horas extraordinarias, el día 4 de julio, sábado, consecuencia de la no planificación de las medidas organizativas y de la insuficiencia de contratación de plantilla; además de haberse comprometido a realizar un trabajo, el de la recogida del voto por correo “al paso”, sin saber si se podía asumir operativamente, más aún en el complicado escenario en el que el coronavirus sigue muy presente, y el riesgo de rebrotes es altísimo.
A esto se añade que el gran número de solicitudes de voto por correo cursadas está colapsando las oficinas, donde los ciudadanos/as acuden a recoger la documentación para realizar el voto, hecho al que la Dirección de Correos ha respondido dando instrucciones de “esconder las colas” en las puertas de las oficinas para evitar a toda costa salir en los medios de comunicación. Como
consecuencia, los ciudadanos/as que estén esperando se ven obligados/as a entrar al vestíbulo, lo que supone un riesgo para su seguridad y salud.
Así mismo la insuficiente dotación de plantilla está ocasionando atascos importantes en la actividad postal habitual de Correos, tanto en la distribución como en la Atención al Cliente en Oficinas.
CCOO y UGT creen que las improvisaciones y caos en la gestión se podían haber evitado con una negociación real con los representantes de los trabajadores/as, a la que la Dirección de Correos se ha negado, y que todas las actuaciones de la misma dañan de forma importante la imagen de un Correo público hasta hoy muy prestigiado ante los ciudadanos/as, una imagen que está siendo salvada con el esfuerzo y eficiencia de los y las profesionales de Correos de toda la vida.
