Solo una de las diecinueve Mutuas ha pagado a sus trabajadores el incremento salarial comprometido en 2020.
El sindicato denuncia que parte del personal no ha percibido la subida salarial de 2019.
UGT ha reclamado al Gobierno que se plantee un procedimiento excepcional para las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, en materia de autorización de las masas salarial y acuerdos de distribución, mucho más ágil que el actual. La Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha dirigido una carta a José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, para pedir que adopte esta medida que permitirá a los empleados y empleadas de las mutuas percibir el aumento salarial comprometido para 2020. En la actualidad, solo una de las diecinueve entidades han pagado los aumentos. En estas organizaciones, como el resto del sector público estatal, están obligados a pasar por un proceso de autorización de las masas salariales y acuerdos para distribuirlos. El problema escriba en que este proceso se ralentiza hasta el punto de que, en la actualidad, solo una de las diecinueve entidades han pagado los aumentos de sueldo e incluso existen casos en los que aún se adeuda el incremento salarial firmado para 2019.
El sindicato reconoce el interés del Gobierno por cumplir el acuerdo suscrito en 2018, para ello ha tomado medidas para que se aplicarán los incrementos retributivos pactados, incluso sin una Ley General de Presupuestos, lo que ha permitido recuperar parte del poder adquisitivo perdido por los recortes impuestos a los trabajadores del sector público durante la crisis económica de 2008.
“Lamentablemente-continúa la carta-no todo el personal sanitario del sector público ha corrido la misma suerte. Los médicos, enfermeras, fisioterapeutas, técnicos en cuidados de enfermería o celadores de las mutuas no ha recibido el mismo trato en materia económica”.
Este agravio comparativo es aún más lamentable en un momento en el que ese colectivo de profesionales de las mutuas ha hecho gala de los mismos valores y sacrificios que sus homólogos del Sistema Nacional de Salud. “, Han sido protagonistas de la transformación, en horas, de centros sanitarios dedicados casi en exclusiva a la atención de pacientes traumatológicos en hospitales para pacientes con COVID. Han tenido que reciclarse en tiempo récord para atender a afectados por el nuevo virus y adoptar medidas de seguridad contra contagios inusuales en su quehacer diario.
Además, recuerda que el papel de las mutuas no se limita a la atención sanitaria. Durante la crisis han tenido un papel protagonista en la concesión de la prestación por cese de actividad de los trabajadores autónomos.
El incumpliendo de los acuerdos retributivos es un síntoma del drama que están viviendo las mutuas y sus plantillas desde hace una década. UGT también ha pedido al ministro que, tras la crisis sanitaria, se inicie un proceso de análisis sobre estas entidades. Las Mutuas llevan años sufriendo una constante modificación normativa, lo que deviene en una enorme inseguridad jurídica, pérdidas de derechos laborales y empeoramiento de las condiciones de trabajo para sus plantillas y en un deterioro de la calidad asistencial para la ciudadanía.
