El Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos ha defendido estos días en Roma, en el marco del proyecto de la confederación sindical europea de Educación (ETUCE) “Teaching Around the Clock/ Enseñar 24 horas al día”, la importancia de que el profesorado y toda la comunidad educativa, conozca y pueda hacer valer la diferencia entre horas lectivas (docencia directa en el aula), horas de permanencia en el centro educativo (reuniones, coordinación, guardias, atención a familias) y horas totales de jornada laboral (que incluye las horas lectivas y las de permanencia, con un máximo de 37,5 horas semanales, o 35 en algunas comunidades), que no pueden ampliarse sin límite ni control, independientemente de que se realicen fuera del centro escolar.
Defender y proteger al profesorado en este ámbito es esencial para que los docentes puedan decir “no” al exceso de trabajo y exigir el respeto a sus derechos y condiciones laborales.
“El derecho a limitar la jornada laboral, a la desconexión y a rechazar excesos, es una cuestión de dignidad profesional”, ha defendido UGT.
En este sentido, el Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos, ha ofrecido información y datos específicos sobre:
○ La jornada laboral del profesorado, recogidos en el Boletín sobre condiciones laborales del profesorado, publicado en septiembre de 2025.
○ El exceso de burocracia en la profesión docente, a través del Informe de resultados obtenidos en la encuesta realizada en 2025, por el sindicato, a casi 7000 docentes.
Con respecto a las horas lectivas, UGT ha insistido en que el profesorado español imparte más horas que la media de la OCDE y de la UE, especialmente en Secundaria, donde España supera en más de 140 horas la media de la OCDE. Esta sobrecarga reduce el tiempo para preparar clases, corregir, coordinarse, asesorar a familias y formarse.
Por otra parte y en relación a la realización de tareas burocráticas y no docentes que realiza el profesorado fuera de su jornada laboral, y según informa el sindicato, el 72,45% del profesorado dedica entre 6 y 10 horas semanales extra, fuera de su horario laboral, tareas como: documentación, informes, programación, gestión de plataformas digitales y comunicación con familias, que además, a pesar de ser horas extra no son retribuidas.
Este exceso provoca desgaste profesional, estrés, deterioro de la salud mental, falta de reconocimiento profesional y deterioro en la conciliación familiar.
Además, y dada la revolución tecnológica y digital de nuestra sociedad y en la que el sistema educativo también está inmerso, es urgente capacitar al profesorado para defender su derecho real a la desconexión digital y marcar límites claros a comunicaciones fuera de su horario laboral, fines de semana y vacaciones.
Por todo ello, nuestro sindicato, basándose en la Carta Social Europea, aboga por una reducción de jornada laboral en las Administraciones Públicas, tomando las 32 horas semanales como referente clave. En enseñanza, UGT, además busca mejoras concretas como la reducción inmediata del horario lectivo.
Con respecto a este último punto, aunque nuestro sindicato valora positivamente el anteproyecto de ley de mejora de las condiciones para el desempeño de la docencia y la enseñanza en el ámbito de la enseñanza no universitaria, aprobado recientemente por el gobierno, que fija el tope de las horas lectivas y ratios en todo el estado español, consideramos que el texto normativo es insuficiente. El sector de enseñanza de UGT confía en que se incorporen mejores en la mesa de negociación pendiente entre las organizaciones sindicales y el ministerio de educación, especialmente en el calendario de implantación de ratios, que debe acelerarse y seguir avanzando hacia una reducción estructural de horas lectivas para llegar a 18 horas en Infantil y Primaria y 15 horas en Secundaria y Bachillerato.
“Las condiciones laborales del profesorado necesitan progresar a mejor ritmo, para que sean mejoras sustanciales que repercutan ya, en beneficio de la calidad educativa. No podemos esperar tantos cursos académicos para ver cambios reales, porque enseñar no puede significar trabajar 24 horas al día, para atender todas las demandas que actualmente se exige al profesorado, además de la que se considera es su tarea fundamental: enseñar a su alumnado y atender a todas y cada una de las necesidades educativas que se demandan”, reclama el sindicato.
Por ello, UGT ha advertido de que la falta de regulación clara de tiempos provoca que el profesorado “acabe trabajando como si estuviera disponible durante todo el día”, infravalorando que la calidad de la enseñanza también depende de que el profesorado tenga tiempo para conciliar su vida profesional y personal, descansar y formarse.
En conclusión, mejorar las condiciones laborales del profesorado no es solo una cuestión de justicia, sino una condición imprescindible para garantizar una educación de calidad. Para que el aprendizaje del alumnado sea real y equitativo, es imprescindible avanzar hacia, plantillas reforzadas y una jornada laboral docente reducida, limitada y estrictamente respetada, junto con la reducción de las horas lectivas, de modo que el profesorado disponga del tiempo necesario para preparar clases, coordinarse, atender al alumnado y conciliar adecuadamente su vida profesional y personal.
Asimismo, es fundamental garantizar la desconexión digital, evitando la carga constante de tareas fuera de su horario laboral. A ello se suman ratios más bajas, con cupos adicionales para centros de especial dificultad que permitan una enseñanza más personalizada y humana, y retribuciones dignas y acordes al enorme volumen de trabajo y responsabilidad que asume cada docente. Sin estos pilares, es imposible construir un sistema educativo robusto, inclusivo y verdaderamente transformador y equitativo que atraiga y retenga a los mejores profesionales de la educación: los y las docentes.
“Si queremos una educación de calidad, debemos respetar, proteger y cuidar la jornada laboral del profesorado, que necesita poder vivir y no solo trabajar”.
