UGT Servicios Públicos ha aprovechado su participación en el Comité Técnico del Marco Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria, el 31 de octubre, para denunciar la falta de avances significativos en la mejora de la Atención Primaria y Comunitaria de nuestro país, una situación que avalan las cifras y el malestar de la ciudadanía y de sus profesionales.
Según UGT Servicios Públicos es urgente incrementar la financiación en Atención Primaria para revertir la situación. La inversión debe representar al menos el 25% del gasto sanitario total para reducir las listas de espera y mejorar las condiciones laborales y salariales de los profesionales. Además, el sindicato reclama la actualización de leyes obsoletas como la LOPS, la ley de cohesión y la reforma del Estatuto Marco, cuya negociación lleva ya dos años estancada. Actualmente, solo el 14,3% del gasto total en sanidad pública se destina a la Atención Primaria, un porcentaje muy inferior al 60,7% destinado a servicios hospitalarios y especializados, e incluso por debajo del 14,7% dedicado a la farmacia. Ana Francés, secretaria de Salud de UGT Servicios Públicos calificó estas cifras de inaceptables “si queremos una Atención Primaria que realmente responda a los retos del cambio climático, los cambios demográficos y la creciente crisis de salud mental”
Datos alarmantes que reflejan una crisis profunda
El diagnóstico es preocupante: el número de consultas en Atención Primaria ha aumentado un 12,6% con respecto al 2019, el año previo a la pandemia, mientras que la población sigue en ascenso. A esto se suma un cambio en las modalidades de atención, con un incremento de las consultas presenciales frente a una disminución de las telefónicas”.
En cuanto a recursos materiales, la situación es crítica. El número total de centros de Atención Primaria ha disminuido, con la pérdida de 20 consultorios locales, según se recoge en la intervención ante el Comité de la responsable sindical. “Esta tendencia descendente en la última década (2012-2022) es especialmente grave porque estos centros son fundamentales en la atención a la población rural, las áreas más despobladas y desfavorecidas”, explicó Francés.
Deficiencias en recursos humanos
El aumento de médicos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha sido considerable, pero en Atención Primaria el crecimiento es insuficiente. “El incremento de facultativos en Atención Hospitalaria ha sido casi cinco veces mayor y el de los Servicios de Urgencias, casi seis veces mayor que en Atención Primaria”, detalló la secretaria de Salud. Además, entre 2021 y 2023, la contratación de médicos en Atención Primaria se redujo un 4%, mientras que en los hospitales públicos aumentó un 16%.
La situación de las enfermeras refleja una desigualdad similar: mientras el número de enfermeras en los Equipos de Atención Primaria (EAP) creció un 12,9% en la última década, los Servicios de Urgencias y Emergencias (112/061) experimentaron un incremento del 34,1%. Las plantillas de otros profesionales, como personal administrativo, TCAEs y fisioterapeutas, entre otros, siguen infradimensionadas, lo que afecta la calidad del servicio.
Calidad asistencial y equidad en peligro
“La accesibilidad y la longitudinalidad, pilares de la Atención Primaria, son los más afectados”, afirmó Francés. Según los últimos datos, el tiempo medio de espera es de casi 9 días, llegando hasta los 15 días en algunas comunidades, lo que evidencia una falta de equidad y sobrecarga los servicios de urgencias.
Por tanto, UGT Servicios Públicos reivindica que, para reforzar la Atención Primaria y Comunitaria y dar cumplimento al componente 18 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es necesario aumentar la financiación y mejorar las condiciones laborales y salariales de los profesionales mediante la implementación de medidas reales y eficaces y las reformas normativas necesarias.