CAOS EN LA GESTIÓN DEL TEMPORAL, SEGUNDO COLECTIVO DEL PAÍS EN CONTAGIOS, CON10.000 CASOS, RUPTURA DEL DIÁLOGO SOCIAL, CASI 500 MILLONES DE DÉFICIT POR SU MALA GESTIÓN, “CAZA” DE LOS PROFESIONALES DE LA CASA (POSTALONES) Y…PUBLICIDAD A RAUDALES
EL PRESIDENTE SE “COMPRA” UN NUEVO PREMIO-DIPLOMA:
“de buen gobierno, responsabilidad con los empleados/as, transparencia y calidad informativa en CORREOS”
Lo de SERRANO es CARA DE CEMENTO ARMADO
Pensábamos que la megalomanía de Serrano no tenía límites. Pero desconocíamos el virtuosismo que podía alcanzar combinada con una buena dosis de cinismo cuando se trata de alcanzar su doble objetivo de colocarse el primero de la fila en la carrera de las futuras puertas giratorias, maquillando a cualquier precio el desastre de su gestión. El conocido y viejo axioma de Maquiavelo “El fin justifica los medios”, en manos de una bien pagada experta en marketing- comunicativo, Eva Pavo, responsable del departamento de Ilustración y Propaganda de Serrano (según el organigrama de la empresa, de “Marketing y Comunicación”), que lo fue antes de Esperanza Aguirre, y que destina cifras millonarias a cultivar la imagen pública del presidente.
Tras Pavo-nearse con la subida de puestos en el índice IBEX (se entiende que para sacar a Correos algún día al mercado) y “comprarse” un certificado AENOR de gestión preventiva que pudiera tapar los 10.000 casos que nos han situado desde marzo pasado como segundo colectivo en contagios, nuestro “héroe postal” nos ha regalado su última “hazaña”, difundida urbi et orbi con el exuberante titular “Correos escala 65 puestos en el índice Merco de Responsabilidad y Gobierno Corporativo”. Lo de la obsesión megalómana de Serrano por escalar en los rankings es archiconocida. Nada nuevo bajo el “sol” serranista. La capacidad de vender humo de su departamento de Ilustración y propaganda tampoco sorprende a estas alturas. La perfección alcanzada por su bien pagado lobby para comprar premios, galardones, diplomas y medallas no va a la zaga.
Pero la cara de cemento armado con la que adorna sus falsos éxitos, como el vino, mejora con el tiempo de forma directamente proporcional a su incapacidad y fracasos en la gestión. Y es que leer en las notas de prensa e interna difundidas por Correos que el nuevo “Grammy” conquistado, pasteleo mediante, lo ha sido por “Transparencia y buen gobierno, responsabilidad con los empleados, transparencia y calidad informativa y respeto a los derechos del consumidor” sonroja al más pintado por atentar clamorosamente a la verdad y derrochar cinismo por los cuatro costados.
Porque lo dice el “personaje” que ha dinamitado todos los puentes del diálogo social con los sindicatos como nunca se había hecho, que ha llevado a la empresa a una situación límite con casi 500 millones de déficit, que ha obtenido un sonoro fracaso- que él calificó de “hito histórico”– en la financiación del Servicio Postal Universal (SPU) con solo 128 millones para el Plan de Prestación frente a los 220 que planteó la Comisión Mixta ( Fomento/ SEPI/ Hacienda) constituida al efecto previo diálogo y acuerdo con los sindicatos en 2017 con el anterior Ministerio y presidente; que dejó fuera del RD de los servicios esenciales del RD de Alarma en plena pandemia el Servicio postal público; que tuvo la desvergüenza de sacar al a calle sin EPI a miles de carteros/as en marzo 2020, que sigue dando instrucciones para esconder a la ciudadanía el paquete a precio asequible incluido en el SPU para dar prioridad en exclusiva al “caro” y rentable de su negocio a mayor gloria de la filial Correos Express (la estrategia es de manual, la matriz perderá dinero a saco y la filial de Avelino lo gana); que ha incumplido una parte importante del Acuerdo comprometido con los trabajadores/as, que tenía un Plan Estratégico en 2019 (que nadie llegó a ver), pero que, a lo Groucho Marx, nos indicaba que, si no nos gustaba, no nos preocupáramos, que tenía otros, demostrando que, en realidad, no tenía ni tiene ninguno.
El que va camino de ser el presidente más (auto)laureado de la historia de Correos, empieza a ser un lastre muy preocupante para el Correo público de este país, para la aportación que la organización postal puede hacer a la recuperación del mismo. Hay ya una percepción general, interna y externa, (que llega a todos los rincones de Correos), Serrano empieza a ser como ese loco de la autopista que circulando por el carril contrario (al del común en este caso) llama a la Guardia Civil (a esos amigos poderosos de los que alardea) para denunciar que hay un montón de coches que van en dirección contraria.