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Serrano certifica la peor gestión de la historia de correos

Logotipo de correos encima del edificio de Correos

Publicadas las cuentas oficiales de resultados de Correos de 2022, y por si había dudas

Suma otros 279 m€ de pérdidas en 2022 que elevan a 1.152 millones el “agujero” financiero de correos.

Mientras aumentan las pérdidas y el endeudamiento y desciende la actividad y la plantilla, nadie entiende que el presidente del gobierno no haya cesado al presidente que ha provocado el mayor hundimiento conocido en la historia de correos

La magnitud de la catastrófica gestión de Correos bajo el “liderazgo” obsesivo y enfermizo de Serrano no ha sido, ni es, un relato ficción de CCOO y UGT, como ha pretendido vender este siniestro personaje. La evidencian, objetiva y dramáticamente, las cuentas de estos cuatro últimos años que lo acreditan, irrefutablemente, como EL PEOR PRESIDENTE DE TODOS LOS TIEMPOS, DE TODA LA HISTORIA DE CORREOS.

Después de ocultarlas más de 6 meses (cuando lo normal es hacerlas públicas en el primer trimestre) para que no se conocieran y, así, evitar un desgaste al Gobierno antes de las EEAA y EELL del 28-M, el tiro le ha salido por la culata al “experto fontanero” Serrano y, truncando sus planes, se ha visto obligado a publicarlas a escasos días de las EEGG del 23 de julio (nunca pensó que “su amigo” Pedro Sánchez iba a provocar un adelanto electoral), con unos números vergonzosos que dan cuenta de la nefasta gestión que, sorprendentemente y mirando para otro lado, ha avalado el Gobierno.

LAS CUENTAS oficiales del año 2022 recién publicadas, SON UN ESCÁNDALO y certifican el DETERIORO PROVOCADO POR LA GESTIÓN DE SERRANO en todos los parámetros de Correos desde su llegada en 2018, en lo que, estas alturas, nadie discute que se trata de un auténtico HUNDIMIENTO.

  • En primer lugar, en el plano financiero, el ejercicio 2022 arroja unas sonrojantes pérdidas de 279 MILLONES DE €, antes de impuestos, superando en 70 millones de € las previsiones presentadas en la ley de Presupuestos, en las que Serrano (y SEPI) mintieron con pleno conocimiento. Con estas pérdidas, LOS NÚMEROS ROJOS ACUMULADOS en los cuatro años de mandato de Serrano, desde 2018, ALCANZAN LOS 1.152 MILLONES DE EUROS. Estas cifras sonrojantes para cualquier persona parecen no afectar al presidente del Gobierno, quien, a pesar de haber cambiado de opinión en otros temas, no parece tener intenciones de rectificar su mala decisión y asume así la responsabilidad de la deficiente gestión de la mayor empresa pública del país en términos de número de trabajadores/as, con presencia diaria en más de 8.000 municipios de España.
  • En segundo lugar, las cuentas de Correos de 2022 confirman EL DESPLOME DE SU ACTIVIDAD: La cifra de negocios registra una caída del 6% en comparación con el año anterior, y el número de envíos ha disminuido drásticamente, pasando de 2.700 envíos admitidos en 2018 a tan solo 1.368 en 2022, lo que representa una reducción de casi el 50%. Las deudas con entidades de crédito han aumentado un 27% y el patrimonio neto ha disminuido un 20% respecto al año anterior. Los resultados de las filiales empeoran prácticamente en la totalidad de las empresas del Grupo respecto a 2021, Correos Express reduce sus beneficios un -98% de 19 M€ en 2021 a unos pírricos 300.000€, en un segmento de paquetería en crecimiento. Una tendencia contraria a la de la mayoría de los operadores europeos de referencia (Deutsche Post, La Poste, Posta Italiana, Royal Mail, CTT Portugal,…), que han logrado incrementar o sostener la actividad y obtener beneficios al saber aprovechar el crecimiento del sector de la paquetería y el auge del comercio electrónico, y que el Jeff Bezos español de poca monta pretende sortear con sus manidas excusas de la guerra de Ucrania y el precio de la energía, como si aquella y este no afectaran más allá de los Pirineos.
  • En tercer lugar, y como desgraciada consecuencia, toda esta debacle de gestión ha tenido un efecto directo sobre la plantilla de Correos y sus condiciones laborales, con aumento de la precariedad (miles de parciales) y pérdida desde 2018 de más de 8.000 empleos (de 55.000 a 46.602 puestos), aunque este cínico de la política nos quiera maquillar la consolidación como creación de empleo, cuando no es más que una conversión en empleo indefinido del exceso de empleo temporal de 7.757 puestos.

Va a ser cierto que CCOO y UGT, sindicatos a los que ha pretendido doblar el brazo por métodos inconfesables para tratar de acallar sus denuncias, tenían razón: este fontanero de tres al cuarto vino a hacer política a costa de Correos, del servicio público que presta y de sus más que respetables casi 48.000 profesionales (hace 3 años 55.000). Y, por eso, desatendiendo la gestión y liquidando a quien le llevara la contraria, se ha dedicado a hacer carrera, política y personal, y a blanquear su nefasta gestión con un exorbitante y millonario gasto destinado, entre otras cosas, a publicidad (en 2022 duplicó la cifra de noticias vendiendo humo acerca de Correos en medios de comunicación nacionales, regionales y locales, con 39.142 informaciones publicadas y cerca de 5,3 millones de impactos de audiencia en prensa, radio, televisión y medios digitales, un 17,8% más que el año anterior). Pero también destinado a inventarse carísimas ocurrencias disfrazadas de diversificación que no eran más que meras -y vacías- campañas de promoción personal Correos Cargo, Correos Frio, Las Fuerzas Logísticas, Despierta España, La Fuerza de un País, o el Avión que no llegó nunca a volar, etc…–, que no han hecho más que engrosar los números rojos de la cuenta de resultados.

Lo que los trabajadores/as de Correos no entienden ni entenderán es cómo, ante la evidencia palmaria del auténtico desmantelamiento y hundimiento que la gestión de Serrano estaba provocando en Correos, el resto de organizaciones sindicales no solo se prestaron a hacer de parapeto a las críticas -objetivas- que se le hacían sobre su evidente política de desguace, sino que negociaron (CSIF, SL, CIG, ELA, CGT), apoyaron y hasta acordaron -CSI,SL y CIG- el Plan Estratégico que Serrano impulsó y que no salió adelante por la oposición -huelgas generales y marea amarilla incluidas en junio pasado- de CCOO y UGT.

Y lo que la plantilla de Correos no va a entender es como un Gobierno, con su presidente a la cabeza como responsable último de este desaguisado, se ha pasado 4 años mirando para otro lado ante el evidente desmantelamiento de un servicio público, el de Correos, anteponiendo el nombramiento y mantenimiento de uno de los “suyos” sobre el coste, social y financiero, que le va a suponer a la ciudanía esta lamentable y más que olvidable etapa, del que hay responsable directo (el presidente de Correos), y otros (SEPI, la Ministra de Hacienda y el propio presidente del Gobierno), indirectos.

Ahora toca esperar, tras el 23-J, la llegada de un nuevo gobierno al que CCOO y UGT emplazarán a revertir el actual desmantelamiento, y a iniciar, en el marco del diálogo social, una discusión seria sobre el futuro de Correos (primero definir el Modelo y, en su marco, el Plan Estratégico, la Gobernanza y el Convenio/Acuerdo).

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