Con este lema arranca la campaña que se celebra cada año del promovida por la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea. Con la campaña de este año, se hace una llamada de atención a todos los actores implicados en la mejora de la calidad de vida ambiental, sobre todo en las grandes ciudades, promocionando la movilidad sin emisiones y el transporte urbano sostenible.
Cada una de las medidas tomadas en las grandes ciudades respecto a la reducción de los desplazamientos en coche ha tenido efectos muy positivos en la disminución de las emisiones, sin embargo deben ir acompañadas también de un transporte público sin emisiones, sobre todo en zonas urbanas.
Algunas estimaciones apuntan que un 80% de la población mundial vivirá en zonas urbanas en el año 2050, por lo que es necesario contar con planes ambiciosos para los desplazamientos en transporte público, de bajas emisiones o emisiones cero, transporte en bicicleta o a pie para los próximos años.
La Semana Europea de la Movilidad 2020, anima a la población a tomar medidas y contribuir a la reducción de las emisiones pero son las autoridades locales quienes deben tomar la iniciativa para lograr un entorno de emisiones cero y así cumplir el objetivo a largo plazo de un continente climáticamente neutro.
Son muchas las medidas que se están realizando en las principales ciudades europeas para cumplir estos objetivos, La limitación del uso del coche que reduce la contaminación atmosférica y acústica, renovar la flota de autobuses por eléctricos y construir aparcamientos accesibles al transporte público, construir vías seguras para ciclistas, solucionar el transporte de mercancías urbano sin emisiones… pero aún no son suficientes.
Las ciudades deben sufrir una importante transformación con nuevas formas de transporte presentes y futuras, en las que el usuario pueda personalizar su forma de viajar ahorrando tiempo y eligiendo los medios de transporte que mejor se adapten a sus gustos y necesidades. La innovación y la aplicación de nuevas tecnologías en los vehículos deberán construir un transporte público inclusivo, para todos los usuarios, sin barreras para las personas con dificultades físicas o psíquicas, personas mayores, personas con necesidades especiales o sociales.
La actual pandemia del COVID también ha establecido un nuevo escenario de movilidad, con unos requisitos mínimos de distanciamiento de seguridad e higiene que, seguramente contribuirán a mejorar los desplazamientos del viajero y, apoyada por la tecnología, al cumplimiento de los nuevos protocolos de seguridad.
