Ya está próximo el mes de septiembre y con él la tradicional fecha del inicio del curso escolar que, este año, dada la situación actual de los rebrotes del coronavirus, es más incierta que nunca.
Está claro que a la hora de planificar la posible vuelta de nuestros escolares se deben tener en cuenta varios elementos importantes, como puede ser el derecho y la importancia de la educación de los estudiantes, que ya han pasado cerca de 4 meses confinados sin poder dar clases presenciales ni poder socializarse con otros compañeros de su edad, o las dificultades que la enseñanza a distancia puede producir en la conciliación de la vida laboral. Pero no es menos importante tener en cuenta el derecho a la protección de la salud que deben tener los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza, trabajadores que van a estar expuestos a muchas interacciones personales potencialmente contagiosas, como son multitud de niños, niñas, jóvenes y adolescentes interactuando en espacios cerrados y durante muchas horas al día. También hay que tener en cuenta la posible incidencia que esta vuelta al colegio va a tener en la difusión de la enfermedad en la sociedad, ya que la presencia en la escuela de miles de alumnos y alumnas va a facilitar el contagio de la enfermedad y su posible difusión entre la unidad familiar (padres, madres y abuelos) y por ende, a toda la sociedad.
Por tanto, las decisiones que se vayan a tomar en esta materia van a ser de extrema importancia a la hora minimizar la posible difusión de la enfermedad y el mantenimiento de la seguridad y salud de los trabajadores de la enseñanza.
Hay que destacar que en junio el Gobierno ya puso a disposición de las CCAA la guía de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud para los centros educativos (elaborada por los ministerios de Educación y FP y Sanidad) para facilitar el diseño de los planes de contingencia de los centros educativos para una vuelta a las aulas segura.
Con esa información, que adjuntamos en documento anexo, las comunidades autónomas, dentro de su ámbito competencial, pudieron desarrollar, y de hecho desarrollaron, sus propios protocolos y decálogos, donde se recogían las condiciones en las que los alumnos regresarían a las aulas.
Con las adaptaciones propias incluidas por cada CCAA, todos los documentos reúnen unos criterios comunes:
- Medidas estándar de limpieza.
- La creación de grupos estables de convivencia, especialmente para Infantil y 1º de Primaria.
- La división de los centros en bloques o sectores y la adaptación de los espacios.
- La figura de delegados COVID, que estarán en permanente contacto con el centro de salud más cercano.
- Qué hacer si existen positivos confirmados.
- Y la definición de distintos escenarios para decidir si la formación será presencial, telemática o mixta.
Sin embargo, el próximo 27 de agosto está convocada la Conferencia Sectorial conjunta entre los ministerios de Educación y FP y Sanidad para analizar las medidas a adoptar en relación con el covid-19 ante el inminente inicio escolar.
Entendemos que, dada la situación epidemiológica del país, estas medidas serán revisadas y concretadas antes del inicio del curso escolar, recordando que, a no ser que el Gobierno saque normativa específica, las competencias en educación están transferidas a las CCAA, teniendo estas ,por tanto, capacidad para tomar las medidas en la materia que consideren necesarias.
En cuanto se produzcan novedades al respecto, daremos puntual información a través de los distintos canales de información de los que dispone el sindicato.