“En vez de inventar ruedas, que alguna hemos inventado y alguna inventaremos, estamos viendo qué han hecho estos grandes grupos postales fuera y dentro de su país; qué está dando resultado y qué no” En este sentido se pronunciaba, en una entrevista, el Director de Finanzas de Correos. Poco tiempo después, algún alto responsable de la Red de Oficinas, se empeña en desmentir a su jefe y, en lugar de aprender de otros “grandes grupos postales”, se dedica a copiar lo que otros, todos empleados y empleadas de Correos, hicieron hace 18 años, más y mejor, como si de una novedad se tratase.
UGT ha sabido, por compañeros presentes en alguna de las reuniones realizadas al efecto de las nuevas y originales propuestas para 2020 en el ámbito de Red de Oficinas, la más significativa de las cuales es el crecimiento del 4,4% sobre los ingresos de 2019, pese a que, en los últimos 5 años, las oficinas han perdido un total de 66 millones de euros, más de 15 puntos porcentuales, mismo periodo en el que las tarifas han subido entorno del 30% y el PIB, referente de la actividad económica del país, un 15%.
Vaya por delante que UGT apuesta por el incremento de los ingresos como vía para garantizar la sostenibilidad de Correos y, en este sentido, el crecimiento del 4,4% en la Red de Oficinas debería parecernos una buena noticia. Ahora bien, debemos exigir, llegados a este punto, rigor y realismo, no sea que al final las cuentas salgan cuentos, y estos se conviertan en la mejor excusa para el recorte, la eliminación de oficinas y, por qué no (algunas ideas e ideólogos anteriores al respecto ha habido) su privatización. Y las cuentas de la Red de Oficinas son cualquier cosa menos creíble.
El Plan Operativo Anual 2020 de la Red de Oficinas a juicio de profesionales de Red, es de un conmovedor amateurismo y no resiste un somero análisis. Se presupuesta un incremento del 26% en el Giro (1,8 millones de €), después de haber perdido 10,4 (de 17,8 a 7,4) en el periodo 2014-2019, sin un análisis que rectifique los errores que han conducido al desastre actual. A su vez, pretende un incremento del 44% en diversificación basada, en buena medida, en servicios “virtuales” que los empleados no venden, en lugar de innovar y desarrollar todo el potencial de aquellos que, como el cobro de recibos, han demostrado tener recorrido y que son una rueda inventada hace muchos años. Sólo por poner dos de los ejemplos más significativos.
Nada sobre la puesta al día de productos y servicios como apartados particulares y FD, burofax o giro electrónico, por poner algunos ejemplos; nada sobre la ampliación del giro IFS para crear una red mundial de remesas internacionales entre operadores designados; lo mismo de siempre en el caso de las remesas internacionales (WU) obviando la necesidad de alejarnos de la exclusividad que limita el desarrollo de este negocio; los mismos tópicos de siempre de alquiler de espacios, ventanillas rápidas, productos para PYMES que quedan siempre en declaraciones de intenciones aderezadas, ahora, con la España que parece que se ha vaciado la semana pasada; productos y servicios que no se venden porque, sencillamente, los propios empleados no los comprarían; servicios de diversificación con previsiones de ingresos basadas, única y exclusivamente, en la venta a los propios empleados de Correos; productos tan poco constructivos y recomendables para la imagen de nuestras oficinas como el “rasca y gana”.
Para “motivar” la proactividad comercial de las empleadas y empleados de la Red, nada mejor que reeditar una cuenta de resultados (ahora cuenta de pérdidas y ganancias) para cada sector y oficina, que pone de manifiesto aquello de que nunca segundas partes fueron buenas, sobre todo, cuando estas vienen cocinadas con grandes dosis de trivialidad y no pocas de amenazas de relacionar la contratación con el resultado de dicha cuenta e, incluso, con la productividad individual.
Dado que el Plan ha sido elaborado sin consultar previamente a los sindicatos, no esperamos (no a estas alturas) que se convoque a los representantes de los empleados para discutir estas “novedades”. Pero sí esperamos que, cuando menos, esa cuenta de pérdidas y ganancias, además de a oficinas y jefes de sector, se aplique a cada jefatura de Red y a los ideólogos del Plan Operativo Anual 2020 que (es de suponer) habitan en la Sede Central, que por congruencia debieran ser objeto asimismo del estudio sobre la productividad por empleado que se pretende aplicar a pie de obra en cada oficina. Es cierto y comprobable que, a lo largo de la historia reciente, los profesionales postales alguna rueda han inventado (alguna más inventarán) y es por ello que no quieren que se vendan, por favor, malas copias de las ya inventadas. Los “nuevos” sabios advenidos (de Red y también de la Logística) deberían releer los versos del poeta. “Si usted habla de progreso / nada más que por hablar / mire que todos sabemos / que adelante no es atrás”.