En el último informe del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico actualizado a 15 de octubre observamos cómo se han producido 7.320 fuegos, frente a los 9.139 siniestros de media, Se han arrasado 84.478 hectáreas, que están por debajo de las 92.591 de media, reflejando un claro descenso, y no solo como se menciona en la media del decenio, sino con relación a uno de los peores años que fue el 2022 con más de 260.000 hectáreas. También desciende el número de Grandes Incendios Forestales (GIF) con 19 en este 2023, frente a los 22 de media del último decenio. A estas cifras, faltaría sumar los últimos IIFF producidos en el norte de España, así como el GIF de Tenerife, en el que dos meses después sigue activo, habiendo quemado más de 14.000 ha. por lo que se ha tenido que ampliar “la campaña” de Incendios Forestales dos semanas más por la ola de calor y la falta de medios propios para poder controlar el citado GIF.
Y si queda clara la tendencia a la baja, tanto en las hectáreas arrasadas como en el número de incendios forestales, lamentablemente lo que no cambia son las políticas territoriales con relación al mantenimiento de las plantillas estables de Bomberas y Bomberos Forestales durante todo el año. Todo ello pese a que sigue quedando patente la efectividad de los servicios de Bomberos Forestales con los trabajos de Prevención que se realizan en las masas forestales de los diversos territorios.
Desde UGT Servicios Públicos, volvemos a denunciar el despido indiscriminado de este personal que ve sus plantillas mermadas hasta el 40% en muchos territorios. Y es que desde finales de septiembre hasta final de año, la escalada de cierres de contratos temporales en las plantillas, es una práctica común. Así comunidades como Madrid, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León… llevan desde el 30 de septiembre enviando a desempleo a su personal. A mediados de mes se seguía en Extremadura, Castilla y León, o La Rioja que rescindía de casi una treintena. Pero la sangría no para puesto que Galicia, Valencia…harán lo propio en este mes de noviembre, por lo que llegaremos cifras escalofriantes que podrían acercarse a los 4.000 o 5.000 puestos perdidos antes de que finalice el año.
Este sindicato ya ha alcanzado acuerdos para la estabilidad de las y los bomberos forestales en varias comunidades, siendo Andalucía la última donde, en un periodo de tres años todo el personal estará trabajando los 12 meses. Esto va en la línea de lo marcado por el Sindicato Profesional de Bomberos Forestales, que apuesta por plantillas estables, donde se combinen los trabajos en la multiemergencia (incendios forestales, nevadas, inundaciones, etc.), con los trabajos preventivos, que en nuestros montes tan buen fruto están dando, reduciendo la carga de combustible, ordenando las masas, consolidando a un profesional esencial y sobre todo fijando empleo en las zonas rurales, lo que conlleva riqueza en zonas ya muy sensibles.
Por ello, desde el Sindicato Profesional de Bomberas y Bomberos Forestales de UGT-SP ya estamos trabajando con los partidos políticos que presentaran su candidatura a gobernar, en el compromiso de finalizar el Proyecto de Ley Básica que en la anterior legislatura quedo “truncado” su recorrido en lo que hubiera sido la consolidación de un texto marco que acabe con los agravios entre comunidades y apueste por la homogeneización del colectivo.
