PROCEDENTE DE NAVANTIA Y, ANTERIORMENTE, DE AIRBUS
NUEVO DIRECTOR DE RRHH EN CORREOS
¿CAMBIAR PARA QUE TODO SIGA IGUAL?
(I PARTE)
La marea amarilla de 20.000 postales en Madrid y la Huelga General de los pasados 1, 2 y 3 de junio en Correos siguen produciendo resaca en el Gobierno y en Correos. No así en Serrano, que sigue en su afán obsesivo de destrozar Correos como un patético Atila al que, en lugar de caballo para arrasar, le han dado bula para gastarse la pasta en publicidad engañosa y en consultoras (Deloitte, KPMG, etc.) cómplices del desaguisado. Y como era previsible, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha empezado a “leer” (demasiado tarde) el calado de la indignación postal y de la hecatombe acaecida en la mayor empresa pública del Grupo. Así, el pasado viernes, 22 de julio, se dio a conocer a través de los medios de comunicación la incorporación a Correos de Fernando Ramírez Ruiz como Director de Recursos Humanos a partir del próximo día 5 de septiembre, tras su cese en la empresa pública NAVANTIA, sociedad pública española dedicada a la construcción naval civil y militar, en la que ejerció como director de RRHH durante casi cinco años (desde julio de 2017), y después de haberlo desempeñado algo más de un año en Airbus, consorcio aeronáutico europeo con filial en España, donde entró como aprendiz a los 14 años cuando aún era Construcciones Aeronáutica, S.A.
Ambas empresas pertenecen y son controladas por la SEPI, cuya Presidencia ostenta Belén Gualda (dicen que mano derecha de la Ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, recién designada número dos del PSOE por Pedro Sánchez en el Comité Federal de este partido, celebrado el pasado fin de semana), que parece querer tomar, de forma directa, las riendas de Correos en este delicado tramo final de legislatura en el que, tras el batacazo de Andalucía, las encuestas se le están poniendo muy cuesta arriba al actual Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Ante este hecho, un tanto sorpresivo por la forma heterodoxa de comunicarlo, mediante una filtración a un diario provincial, en CCOO y UGT hemos creído procedente, oportuno y educado adelantar, a él y a sus -al parecer- mentoras, algunas consideraciones a modo de “bienvenida”.
El nombramiento se hace tras el bloqueo de casi 10 meses por parte de SEPI de la propuesta de Serrano para la dirección de RRHH –la talentosa y algorítmica Patricia Álvarez, una víctima más, y son unas cuantas, de su transformación en arribista “conversa” al plan de desmantelamiento y antisindical de Serrano.
Por ello, todo parece indicar que, por fin, tras tres años de pasotismo inexplicable en los que se daban por buenas las trampas de los atos de actividad y económicos, así como las teorías “conspiranoicas” de Serrano contra CCOO y UGT, SEPI y Hacienda han dimensionado la situación crítica y delicada a la que este burdo aprendiz de brujo de la gestión empresarial y adanista temerario ha llevado a Correos y al servicio público postal que tiene encomendado. Nunca (que se recuerde) Correos ha vivido una situación tan crítica, ni su personal ha estado tan desmoralizado, desesperanzado y desconfiado de los gestores que le han tocado en suerte y (ojo al dato) de los políticos que los han nombrado.
Está por ver -“por sus hechos los conoceréis”- si este nombramiento responde exclusivamente, desde una visión táctica y cortoplacista, a un intento de parar la hemorragia existente en Correos poniendo una simple venda “made in Navantia” pero sin atajar el foco de la infección y herida que provocan el desangramiento, lo que no sería una buena noticia, porque SEPI sabe hace tiempo que el Proyecto “Logístico” y Desguace Postal de Serrano y sus asesores, amigos, consultores, socios, cómplices y demás “familia” político/económica coadyuvante, es un desvarío y un estrepitoso fracaso. Ahora ya no hay duda, ni cabe refugiarse en la manida excusa de “todo es demagogia sindical”. “Serrano and Company” han ARRASADO social y económicamente a Correos (500 millones de agujero financiero, endeudamiento galopante, casi 8.000 empleos menos, la caída del 18% de la carta y el 40% de la paquetería son una verdad irrefutable que no se puede esconder con el trampantojo sindical).
Otra cosa sería –y eso esperamos- que el nombramiento forme parte de un verdadero intento de tomar las riendas del proyecto de Correo Público de nuestro país, que debería pasar por asumir errores, abandonar el aventurerismo irresponsable y mirar al futuro con un proyecto de empresa pública y Servicio público coherente y homologable al de los países avanzados de nuestro entorno. Por lo pronto, se requiere un diálogo serio y a la altura del problema. Y algo que no parecen querer entender (lo entienden, pero sotto-vocce) los intermediarios de este conflicto: no se puede hablar de cómo reforestar un bosque calcinado estando el “pirómano” presente e interactuando. El Gobierno, SEPI, o quien sea, deben proceder a paralizar la locura de un falso Plan de Transformación (desguace) en Correos, incluidas las TRES HECATOMBES -ruina económica, caída de actividad y recorte y precarización del empleo- que ha conllevado el delirante Modelo de Desguace de Serrano, ejecutado en cuatro años con el beneplácito de este Gobierno. Hay que hablar en serio y definir el Modelo de Operador Postal, de Paquetería, Logístico y de Servicio Público que se merece nuestro país, con un verdadero Plan Estratégico que vuelva a situar a Correos en la centralidad del mercado para generar actividad, empleo e ingresos.
