La actriz, directora, dramaturga y gestora teatral Natalia Menéndez recibió anoche el Premio Lorenzo Luzuriaga de Teatro, de manos de la secretaria del Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos, Maribel Loranca. Con la entrega de este galardón a la actual directora del Teatro Español de Madrid se ponía el broche de oro a esta edición del tradicional curso que organiza UGT Servicios Públicos en el marco del Festival de Teatro Clásico de Almagro, que ha centrado su atención esta vez en la escenografía.
Natalia Menéndez (Madrid, 1967), directora de la Fundación Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro entre 2010 y 2017, es licenciada en Interpretación y en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD) y comenzó su carrera profesional como actriz en 1987, faceta artística en la que posee una amplia experiencia en cine, teatro y televisión.
Menéndez ha realizado una treintena de direcciones en teatro, música, zarzuela, ópera de cámara, tanto en España como en América; algunas de sus direcciones son: El invierno bajo la mesa, de Roland Topor; Don Juan Tenorio, de Zorrilla, en versión de Yolanda Pallín; La duda de Patrick Shanley, Tantas voces de Pirandello, Delirios de José Sanchis Sinisterra, Realidad de Tom Stoppard y La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
Ha traducido, versionado y adaptado obras de teatro como, entre otras, La amante inglesa, de Marguerite Duras; La cantante calva, de Ionesco, o Tartufo, un impostor, de Molière. Es autora de Llevarnos lo malo, Querido Mozart, Clic y A voces.
Durante más de diez años colaboró como dramaturga de danza junto a 10&10 Danza. Ha sido directora artística de exposiciones e imparte cursos, talleres y conferencias en Europa, América, África y Asia.
Natalia Menéndez fue nombrada en 2020 por el Gobierno francés Chevalier de L’Ordre des Arts et des Lettres, y a lo largo de su trayectoria ha sido reconocida con galardones como el Premio Chivas a la mejor dirección novel por El invierno bajo la mesa (2006) o los premios El Ojo Crítico y Ágora del Festival de Almagro por La discreta enamorada, ambos en 1996. Ha obtenido la medalla Celcit en 2013 y en 2017 ingresó en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, en la categoría de Encomienda.
El galardón rinde homenaje al pedagogo manchego Lorenzo Luzuriaga, impulsor de los movimientos de renovación educativa durante la primera mitad del siglo XX. Nacido en 1889 en Valdepeñas (Ciudad Real), dentro de una familia muy vinculada a la educación, hijo, sobrino y hermano de maestros, Luzuriaga colaboró activamente en los periódicos El Sol y El Socialista y fundó la Revista de Pedagogía, que dirigió desde 1922.
Proclamada la II República, y partiendo de las influencias recibidas de la Educación Nueva, Luzuriaga impulsó una propuesta pedagógica basada en la Escuela Única como alternativa político-educativa. Si la Escuela única abordaba el aspecto exterior organizativo, en el interno Luzuriaga defendía la Escuela Activa, que suponía una renovación de los métodos pedagógicos y de las técnicas didácticas. Estos planteamientos supusieron uno de los más importantes intentos de reforma del sistema educativo en nuestro país e impulsaron la conciencia de que la educación ya no era un privilegio, sino un derecho.
Luzuriaga fue uno de los muchos intelectuales republicanos que tras el golpe de Estado de 1936 tuvieron que abandonar España. Tras un año en Inglaterra y Escocia, viajó a Tucumán (Argentina) y fue nombrado vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras. Murió en 1959 en Buenos Aires.
Bajo la dirección de Elvira Novell, el curso, que en cada edición aborda un nuevo aspecto del arte teatral, tenía como título ‘Historia del teatro en España: la escena como protagonista’, y a lo largo de tres días ha abordado de la mano de destacados expertos cuestiones como la escenografía como elemento fundamental del hecho teatral, los nuevos espacios escénicos o el proceso creativo plástico teatral.
Las ponencias han corrido a cargo de especialistas como Ignacio García, director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro; Andrés Peláez, ex director del Museo Nacional del Teatro; Benita Prieto, actriz y productora teatral; Ricardo Sánchez Cuerda, escenógrafo, o José Carlos Nievas, artista plástico y visual.
Como es tradicional, las sesiones formativas se han combinado con la asistencia a representaciones teatrales, en este caso, a Lo fingido verdadero, de Lope de Vega, a cargo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y con dirección de Lluís Homar; y a Semíramis, la hija del aire, de la Compañía El Galpón, sobre un texto de Calderón de la Barca, con versión y dirección de Lila García y Marcos Acuña.
Con un público docente como principal destinatario, UGT Servicios Públicos busca con este curso potenciar la presencia del teatro en los centros educativos, así como difundir el teatro clásico, conocer la historia teatral española, dar a conocer experiencias realizadas en los centros de enseñanza o, como en esta edición, analizar de manera pormenorizada el papel de distintos elementos escénicos, como la luz, el espacio, los objetos o la indumentaria.
Foto: Pablo Lorente. Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro