Mejorar la educación. Pacto de Estado y escuela pública
Colectivo Lorenzo Luzuriaga
Wolters Kluwer, 2010
En nuestra sociedad se habla mucho de educación, tanto en público como en privado. Ahora bien, si el «ruido» que produce la educación es siempre alto y persistente, hay periodos en que sube el diapasón. Estos periodos suelen coincidir con la promulgación de nuevas leyes de educación o con la aparición de informes como PISA, que someten nuestro sistema educativo a un examen comparad
Sin embargo, en la actualidad el aumento del «ruido» en educación viene producido por una causa bien distinta: la crisis económica. La necesidad de un nuevo modelo productivo exige un importante cambio en el modelo educativo, que deberá preparar a nuestros estudiantes para integrarse en un mundo ocupacional más complejo y exigente. Parece, pues, que la educación, cualquiera que sea la situación en que se encuentre, puede y debe mejorar.
Pero mejorar la educación en España exige, como requisito previo, la formación de un plan nacional de mejora que, por su propio ámbito, debe aprobarse mediante un pacto, un pacto que deberá ser de Estado. Por otra parte, siendo nuestro Estado un Estado autonómico, casi resulta obvio decir que las comunidades autónomas deberán tener un papel muy relevante en dicho pacto.
Ahora bien, para mejorar la educación es necesario también prestar la debida atención a lo que significa la escuela pública en una sociedad democrática. El pacto debe tener en cuenta que la escuela pública, por ser una escuela de todos, cumple funciones importantes en todas las democracias europeas: integración social, integración intercultural, integración interterritorial y europea, cohesión social y formación de ciudadanos. Un pacto de Estado no puede desconocer que la escuela pública en las democracias actuales es el eje vertebrador del sistema educativo.
