Mensaje conjunto de Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Henrietta H. Fore, directora ejecutiva del UNICEF, y David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, con motivo del Día Mundial de los Docentes
«Casi dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19, muchos sistemas educativos siguen enfrentándose a importantes trastornos. Alumnos y profesores de cerca de 60 países se siguen viendo afectados por el cierre total o parcial de las escuelas. Ahora bien, tanto si los alumnos aprenden de forma presencial o virtual, los docentes son esenciales en ese proceso.
La pandemia ha puesto de manifiesto el valor insustituible de la profesión docente en la sociedad, pero también las difíciles condiciones de trabajo que padecen muchos profesores. Los docentes han estado en primera línea para garantizar la continuidad del aprendizaje cuando las escuelas estaban cerradas y para proporcionar apoyo socioemocional a sus alumnos, especialmente a los más vulnerables. Han tenido que adaptarse rápidamente al aprendizaje a distancia y manejar nuevas herramientas digitales, a menudo sin formación para ello. Actualmente deben evaluar y remediar las pérdidas de aprendizaje de sus alumnos, hacer frente a los problemas de salud y seguridad en el aula, y aprovechar los métodos virtuales, híbridos y presenciales para reducir al mínimo los posibles trastornos.
Hoy celebramos la excepcional dedicación y el valor de todos los docentes, así como su capacidad de adaptación e innovación en condiciones muy difíciles e inciertas. Son agentes esenciales en los esfuerzos mundiales de recuperación de la educación y resultan fundamentales para acelerar el progreso hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos los alumnos, en cualquier circunstancia.
Ha llegado el momento de reconocer el papel excepcional que desempeñan los docentes y de empoderarlos mediante la formación, el perfeccionamiento profesional, el apoyo y las condiciones de trabajo que necesitan para utilizar su talento. La época que estamos viviendo supone un desafío, pero también nos ofrece una oportunidad para lograr una rápida transformación en respuesta a las necesidades sin satisfacer que se han multiplicado debido a la pandemia. Sólo en África Subsahariana se necesitan 15 millones más de profesores para alcanzar los objetivos relativos a la educación en 2030. Superar estos retos requiere un compromiso audaz, inversión e innovación a una escala sin precedentes.
Para hacer realidad la recuperación de la educación hay que empezar por garantizar el bienestar, una remuneración adecuada y la seguridad de los docentes, entre otras cosas, concediéndoles la prioridad para la vacunación junto con otros trabajadores esenciales.
Para hacer realidad la recuperación de la educación se requiere inversión a fin de disponer de más docentes y ofrecerles oportunidades de formación y perfeccionamiento profesional, de modo que los educadores puedan enriquecer su práctica y adquirir las competencias necesarias para integrar y utilizar eficazmente las tecnologías educativas en apoyo del aprendizaje y adaptarse a las diferentes necesidades de los alumnos.
La recuperación de la educación se hará realidad si se lleva a cabo mano a mano con los docentes, dándoles voz y espacio para participar en la adopción de decisiones y respetando sus conocimientos pedagógicos y su experiencia al reimaginar la salida de la crisis y construir sistemas educativos más resistentes.
En el Día Mundial de los Docentes no solo rendimos homenaje a todos los educadores. Pedimos a los países que inviertan en ellos y les den prioridad en los esfuerzos mundiales de recuperación de la educación para que todos los alumnos tengan acceso a un docente cualificado y respaldado.
¡Apoyemos a nuestros docentes!»