Los cuidados sostienen el bienestar de la población, sin embargo, durante décadas no se ha tenido en cuenta en las políticas ni estadísticas. La pandemia de la COVID-19 puso en 2020 de relieve aún más la importancia del trabajo del cuidado y doméstico tanto el remunerado como el que no lo es.
El trabajo doméstico y de cuidados equivale a un 40% del PIB en España. Según el estudio de la Universidad Carlos III y el Instituto Aragonés de la Mujer, en 2022 más de un tercio de la actividad económica del país eran esas tareas no remuneradas pero imprescindibles para el desarrollo de las ocupaciones de carácter retribuido.
En nuestra cultura a mujeres y niñas se les ha asignado de forma desigual esta labor generación tras generación, lo que ha restringido sus oportunidades económicas y la posibilidad de participar plenamente en la sociedad. Según datos de la OIT a escala mundial, sin excepción, las mujeres realizan las 3 de 4 partes del trabajo de cuidados no remunerado, el 76,2% del total de horas dedicadas al mismo. Ningún país del mundo registra una prestación de cuidados no remunerada igualitaria entre hombres y mujeres.
La gestión de los cuidados es una cuestión fundamental para comprender la desigualdad laboral entre mujeres y hombres. La ONU destaca la necesidad de valorar el trabajo remunerado y no de cuidados y a las personas trabajadoras en los cuidados como esenciales. Por ello, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó en julio de 2023 el 29 de octubre como el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo.
Con el interés de sumarnos a la importancia de reconocer el papel de los cuidados en nuestra sociedad y poner el calendario esta fecha estratégica, este mes, en IMPRESCINDIBLES nos centramos en analizarlos. Creemos que es necesario abordarlos desde una doble mirada. Por un lado, pensamos que es conveniente observar cómo se organizan los cuidados, para analizar las consecuencias en los tiempos profesionales y personales de las mujeres. Mientras, que por otra parte, como sindicato, nos parece necesario poner el foco sobre los servicios públicos destinados a la corresponsabilidad del cuidado en todas sus facetas y en las condiciones laborales de los empleos vinculados a los cuidados.
El análisis realizado este número nos permite también aportar propuestas medidas que caminen hacia una gestión equitativa y justa de los cuidados para todas las personas a través de un sistema público de cuidados.
