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Los bomberos forestales reclaman una regulación estatal que homogeneice sus condiciones profesionales

Los sindicatos UGT Servicios Públicos, CCOO y CSIF han reclamado hoy una regulación estatal que homogeneice las condiciones laborales, sociales y económicas de los bomberos forestales, y para ello han emplazado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a aprobar de inmediato el proyecto de ley para el Estatuto Básico de Bomberos/as Forestales, como norma básica que regule la profesión. También han anunciado movilizaciones a lo largo de este verano.

El colectivo de bomberos/as forestales, formado por el  personal adscrito a los servicios de prevención y extinción de incendios forestales en cada comunidad autónoma y organismos estatales, han planteado hoy realizar actuaciones contundentes ante el desinterés que muestra el MITECO  y el beneplácito de la CCAA de dotarlos de un Estatuto Básico de Bomberos Forestales como norma básica laboral.

Las trabajadoras y trabajadores que ejercen las tareas de extinción de incendios forestales han exigido ser tratados como tal, bomberas y bomberos forestales, y han recordado que el PSOE en el acuerdo de investidura con Unidas Podemos recogió el compromiso de aprobar un estatuto de bomberas y bomberos forestales que dignifique y homogenice las condiciones de formación, categorías, requisitos técnicos, segunda actividad, etc. El tiempo pasa, la legislatura pasa y ante la cerrazón de las comunidades autónomas el Gobierno debe legislar.

Desde la responsabilidad en el cumpliendo de su trabajo en la extinción de los alarmantes incendios forestales de inicio de temporada, UGT, CCOO y CSIF han subrayado en rueda de prensa la necesidad urgente de estabilizar los empleos, planificar y coordinar efectivos, agilizar y modernizar métodos; en resumen profesionalizar el sector.

El responsable estatal del sindicato profesional de bomberos forestales de UGT, Ángel Rubio, se ha referido a la simultaneidad de incendios forestales ocurridos en los pasados meses, como los de Sierra Culebra, Sierra Bermeja, Navarra, Castilla-La Mancha… A esta situación se ha llegado, a su juicio, por el abandono del mundo rural y natural desde los años 70, el crecimiento de una masa forestal excesiva -en torno al 1,2% de aumento; según informes de  2018, España tiene un 55% aproximadamente de masa forestal- y a que España es uno de los países más vulnerables al cambio climático -con un 1,3 de aumento de temperatura media-. “Estamos ante un panorama bastante complicado”, se ha lamentado.

Ángel Rubio ha subrayado la desestacionalización de los incendios forestales, que lleva a tener focos a lo largo de todo el año, y ha argumentado que no podemos  tener los riesgos por incendios forestales estáticos, sino que tienen que ser dinámicos. “Tenemos que estar pendientes de cómo está nuestro combustible, nuestra masa forestal y nuestro clima”, ha alegado. 

El responsable estatal del sindicato profesional de bomberos forestales de UGT ha alertado de que nuestro país está abocado a sufrir incendios de sexta generación, como los producidos en Australia, Grecia, Portugal o Estados Unidos. “O somos dinámicos o vamos a tener un problema muy serio, ya que estamos en puertas de incendios cada vez más agresivos, más voraces”, ha precisado, lo que lleva también a que los profesionales estén en un riesgo cada vez mayor. “Se pueden quemar hectáreas, pero las vidas humanas no las recuperamos. Eso debe quedar muy claro”, ha recalcado.

Los datos del Ministerio son “terroríficos”. “En junio teníamos 20.000 hectáreas ardidas, sobre una media de 26.000, estábamos por debajo, pero entra una ola de calor y pasamos de 30.000 de media a 70.000 hectáreas, más del doble a 26 de junio, y quedan por delante seis meses”, ha relatado el responsable de bomberos de UGT, quien ha añadido que a principios de junio había cuatro grandes incendios forestales (GIF) de más de 500 hectáreas sobre tres de media, y se ha pasado a 11 grandes incendios forestales, sobre 5 de media. Tanto en hectáreas quemadas como en GIF, nos hemos situado por encima del doble. 

Y aunque los datos señalan que el número de grandes incendios forestales ha disminuido estrepitosamente desde los años 70, el de hectáreas que han quemado esos incendios ha crecido mucho. “Algo no estamos haciendo bien”, adujo Rubio. 

Ante esta situación, emplazó a hablar de gestión integral y de gestionar nuestro entorno rural. “No podemos tener un medio rural abandonado, porque eso lo que propicia es un medio natural abandonado. La falta de gestión y desarrollo ganadero y desorganización es tal que si hay un incendio forestal, que no conoce las líneas que nosotros trazamos en un mapa, es incomprensible que haya CCAA que no se posicionen, que no tomen medidas, porque ese incendio forestal está en otra comunidad autónoma». La organización ahora es terrorífica, añadió, y puso como ejemplo el caso de Sierra Culebra, donde coincidieron seis dispositivos con características distintas. “Tenemos que empezar a tomar conciencia de ello”, concluyó.

Profesionalizar el sector es algo fundamental si se cree en la biodiversidad. Y lo demás es simplemente marketing institucional, estatal y autonómica. En la rueda de prensa celebrada hoy se ha recordado que un acuerdo preelectoral entre el actual Gobierno y los agentes sociales comprometía a que, a través del  Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, se aprobaría en esta legislatura el anteproyecto de Ley del Estatuto Básico de Bomberos Forestales. A estas alturas nos encontramos en una situación de total desidia por parte del Ministerio, intentando desviar el asunto a interpretaciones competenciales a las que con gusto se suman las CCAA, para al final no cumplir con lo acordado y aparcarlo definitivamente.

Mientras tanto, lo que hay es una diversidad de métodos y medios operativos. Tantos modelos como CCAA (o más bien tres modelos en cada CCAA), lo que dificulta la coordinación entre ellos una vez frente al fuego, como se ha podido observar en el reciente incendio de la Sierra de la Culebra (Zamora), donde a pesar de las constantes propagandas que cada organismo ha hecho a los medios de comunicación, en cuanto a efectivos disponibles, lo cierto es que una vez más no hemos tenido una respuesta a la altura de lo que requiere los cada vez mas habituales Grandes Incendios Forestales. Porque algunos retenes aun no estaban operativos (en plena ola de calor) o porque, como decía el consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, “mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro”. Esta es la filosofía de nuestros políticos frente al reto climático.

Preservar la Biodiversidad (y no apagar incendios cuando ocurran) parte primero de cambiar conceptos y mentalidades, no pensar en estas personas trabajadoras como meros bomberos o bomberas forestales, sino cuidadores del patrimonio forestal. Obviamente, esto supone empezar por el principio, apostar decididamente por regular previamente las condiciones laborales de este personal. 

Los tres sindiciatos reclaman que se cumpla en materia laboral, la obligación de garantizar “a los administrados un tratamiento común”. Artículo 149.1.18 de Constitución Española, concretamente: 

  • Homogenizar condiciones laborales en cuanto a formación, marco salarial, definición profesional, seguridad laboral y protección social
  • Acabar con la precariedad a través de fórmulas de estabilidad y continuidad laboral
  • Coordinación entre territorios en lo referente a acciones medioambientales

Asimismo, desde los tres sindicatos pedimos a las CCAA que aporten elementos de cohesión y no de diferenciación, como hasta ahora han planteado en su mayoría, haciendo valer la cuestión competencial.

Ante la pasividad y falta de compromiso de Gobierno y CCAA, vamos a plantear medidas contundentes que van desde paros a concentraciones y manifestaciones estatales y autonómicas.

 

 

 

 

 

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