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La realidad de los bomberos/as forestales ante el inicio del riesgo de incendios

 

Con el Incendio Forestal en Arico (Tenerife) aun humeando y la recién publicada previsión meteorológica que dan un verano con termómetros por encima de la media, entramos hoy en el periodo d riesgo alto de IIFF en prácticamente todas las CC.AA. Éstas han comenzado “a sacar sus galas” durante estos días previos, con actos teatrales de propaganda donde el baile de números en cuanto a los recursos humanos y la escenografía con camiones de reciente adquisición, helicópteros de ultimas gama, drones,… se acercan más a las películas de ciencia ficción que la cruda realidad.

Y sí, la cruda realidad es que los compañeros de las torres de vigilancia no salen en la televisión, que salvo esos medios que salen en la prensa, las flotas de vehículos pesado y ligeros en muchos casos rozan la precariedad, que las y los Bomberos Forestales ven mermar sus plantillas año a año, y caen en una temporalidad que roza ya cifras de hace una década. ¿Y qué se hace desde las administraciones? Claramente MENTIR. Así de dura es esta afirmación, pero en la situación política actual, parece que priman los intereses electorales por encima de la protección de nuestro patrimonio y la defensa del mundo rural, donde las y los bomberos forestales son la solución a la “España vaciada”, porque sustentan y fijan población.

Para que nos hagamos una idea y dejando a un lado la comunidad de Castilla y León, que tiene uno de los sistemas más precarios de España, con personal Laboral de la administración en Fijos discontinuos a 3 ó 6 meses, y un conglomerado de empresas que disponen retenes para los 2 ó 3 meses de verano, regulados por convenios forestales o del campo, muchas comunidades no distan tanto. Así tenemos a Aragón con 30% de su plantilla temporal, que incorpora a 600 trabajadores; Andalucía que incorpora a partir del 1 de junio a más de 800 BBFF temporales e interinos, que es un 25% de la plantilla; CLM que reduce el número de medios para el riesgo alto, por lo que cuenta con menos medios para la extinción, e incorpora entre 350 y 400 temporales; Murcia entre 50/60; La Rioja unos 70; Navarra suma 150 efectivos para este periodo; Galicia a 1060 trabajadoras y trabajadores, y tiene al 60% de la plantilla en interinidades de 12, 9 y 6 meses; Madrid suma unos 70/80 BBFF indefinidos no fijos de INFOMA, más los 200 de las empresas externalizadas de MATINSA e INFOSA, sobre los 500, que viene a ser un 40%; Valencia 310 y unas 70 plazas sin cubrir; Extremadura ha reconvertido a 140 interino en fijos discontinuos, agravando de por vida la temporalidad a dicho personal; Baleares que cuenta con plantilla de unos 180 BBFF, e incorporó ya en mayo a 100 trabajadores más; Asturias con un número indeterminado de brigadas de apoyo a bomberos; Canarias con unos 475 BBFF y una elevadísima tasa de interinidad en sus plantillas fijas. Caso aparte ocurre en Cataluña, donde la apuesta por el Voluntariado, no hace más que devaluar la profesión y al colectivo de Bomberos Forestales, ¡todo un despropósito! De la lista autonómica, se salen las ciudades Autónomas de Melilla y Ceuta, por no contar con un volumen de masa forestal, así como País Vasco o Cantabria, que ahora inician periodos medios o bajos por riesgo de Incendio forestal.

PROPUESTAS DESDE UGT

La disparidad que hemos leído en los párrafos anteriores es inaceptable, por lo que hay que establecer una cartera de mínimos que unifique los territorios, porque aunque las autonomías tienen las competencias adquiridas, la igualdad de prestación de un servicio público dentro del territorio español es un derecho que hay que prestar a la ciudadanía. Por eso desde UGT Servicios Públicos seguimos apostando porque los SPEIF (Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales) sean un servicio público al 100%,  y se acabe con las privatizaciones  o externalizaciones, que van en detrimento de la población y del propio colectivo, beneficiando solo a intereses empresariales. 

Desde este sindicato seguimos apostando por la homogenización del colectivo. La ley para el Estatuto Básico debe ser la herramienta que acote las diferencias laborales que existen, unificando la categoría de Bombero Forestal, estableciendo las funciones de los profesionales,  fijando la formación con razón a la norma existente de los R.D. 1031/2011 y el R.D. 624/2013, se establezcan los riesgos añadidos a la actividad que desarrollan, pues cada año asistimos a una elevada accidentabilidad y siniestrabilidad,  y donde se incluya la Toxicidad y peligrosidad. Mención especial merece que de una vez por todas se nos reconozca los Coeficientes reductores y la edad de jubilación anticipada, puesto que la media de edad en la diferentes autonomías es elevadísima, aumentado si cabe más el riesgo de los profesionales.

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