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La negociación de los PGE es un buen momento para aumentar la inversión en Educación

UGT exige recuperar las condiciones laborales del profesorado previas a los recortes, para mejorar la atención que recibe el alumnado y la salud laboral de los docentes

 

El Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos reclama la vuelta a la carga lectiva anterior a los recortes, establecida en 20 horas para el profesorado de Educación Infantil y Primaria y en 18 para el de Secundaria y Bachillerato. Este debería ser un paso previo para reducirla a 18 horas en Infantil y Primaria y a 15 en Secundaria y Bachillerato, con el fin de alcanzar un mayor equilibrio entre el número de horas de atención directa al alumnado y el tiempo dedicado a tareas de preparación, evaluación, coordinación o formación. 

UGT Servicios Públicos demanda también la jornada laboral máxima de 35 horas. Ambos factores, la reducción de la carga lectiva y de la jornada laboral, ayudarían a prevenir el desgaste que supone el excesivo número de horas de docencia directa, y redundaría tanto en la calidad de la enseñanza que recibe el alumnado como en la salud laboral de nuestros docentes, además de en la mejora cualitativa y cuantitativa del empleo. 

Las Administraciones educativas deben asegurar que todos los centros educativos reciban los recursos humanos en función de sus objetivos, características, contextos y necesidades del alumnado. El excesivo número de horas lectivas que el profesorado viene sufriendo en los últimos años, junto con el mantenimiento de ratios elevadas, no solamente afecta a la calidad educativa, sobrecargando al profesorado, sino que supone una reducción del número de profesores/as necesarios para garantizar la misma.

Por ello, venimos exigiendo año tras año una revisión de la distribución horaria semanal y del número de alumnos y grupos asignados a cada profesor, así como la ampliación de las plantillas de los centros educativos para adecuarlas a las necesidades actuales. 

A juicio de UGT, es necesario eliminar la tasa de reposición en la oferta de empleo público docente que permita, por un lado, alcanzar las mismas cotas de horario lectivo que nuestros colegas europeos y, por otro, el rejuvenecimiento de las plantillas y la reducción del profesorado interino, una exigencia reforzada desde la UE ante el alto porcentaje de plantillas interinas en nuestra Administración. Todo esto garantizaría la estabilidad de las plantillas en los centros educativos y así favorecer el desarrollo y continuidad de sus proyectos educativos.

Las ratios del alumnado en las aulas 

En relación con el número de alumnos por aula y el número de alumnos asignados al profesorado, debemos señalar que, aunque actualmente se encuentra en proceso de revisión, se encuentran regulados por el RD 132/2010 y por lo dispuesto en el Real Decreto 314/2006, por el que se aprueba el Código Técnico de Edificación.

Atendiendo a los criterios de prevención, por tanto, los centros tienen una capacidad máxima de ocupación en función de su tamaño, independientemente de lo que se fije en la normativa educativa, por lo que el aumento de la ratio cuenta con una limitación física, el tamaño de las aulas y de los centros, que imposibilita dicho aumento sin correr el riesgo de incurrir en el hacinamiento.

El estudio realizado por UGT también tiene en cuenta un aspecto poco estudiado, debido en parte a la falta de estadísticas fiables, que es el que fija el número total de alumnos y alumnas adscritos al profesorado en función de su horario lectivo. Este aspecto viene determinado por el peso que tienen en el currículo, en cuanto a la carga lectiva, las diferentes materias que componen el mismo. No es lo mismo repartir las horas lectivas que componen la jornada semanal del profesorado con materias con un peso mayor en el currículo, que con aquellas que apenas suponen una o dos horas a la semana. 

Contextualizar las estadísticas con el nuevo marco normativo y el nuevo modelo de enseñanza que pretende implantar la LOMLOE sí que podría suponer una mejora evidente. Es necesario que cale, en todos los niveles, que la codocencia o la inclusión, dentro del horario lectivo del profesorado, de los proyectos interdisciplinares, la investigación en metodología o en innovación educativa, así como el reciclaje o la formación permanente, permitirían reducir el número de grupos asignados al profesorado y que esta reducción posibilitaría realmente el objetivo de una enseñanza más personalizada, tanto por el número de alumnos por grupo como por una relación profesorado/alumnado más asumible.

Mayores de 55 años

UGT llama la atención también sobre las significativas diferencias que existen en la reducción de la jornada lectiva para el profesorado mayor de 55 años, dado que no tiene carácter básico y que su desarrollo depende de cada comunidad autónoma. El acuerdo básico de 20 de octubre de 2005 entre el Ministerio de Educación y los sindicatos creó una serie de expectativas que, lamentablemente, no han llegado a cumplirse. 

La reducción voluntaria de la jornada lectiva para los mayores de 55 años debe llevarse a cabo sin reducción de haberes. Esta medida, que además de generar puestos de trabajo posibilitaría el acceso de jóvenes al mundo laboral, no debería estar supeditada a las necesidades del centro educativo, como sucede en la actualidad. Las Administraciones educativas deben dotar a los centros de personal docente suficiente para que ninguno pueda quedar excluido de este derecho.

 

Boletín Condiciones laborales del profesorado. Horario lectivo por etapas. Ratios del alumnado

 

 

 

 

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