Los complementos específicos que se perciben por ejercer la dirección de un centro educativo reflejan importantes diferencias entre comunidades, que llegan a los 352 euros en Educación Primaria y 615 euros en Secundaria. Esa disparidad se produce también entre las diferentes etapas y enseñanzas, llegando incluso a existir en algunas CC. AA. hasta cinco niveles diferentes.
Estas circunstancias hacen que sea una tarea muy difícil establecer una comparativa. El estudio realizado por UGT Servicios Públicos sobre los complementos específicos que reciben los cargos directivos en las distintas comunidades autónomas se ha centrado únicamente en las etapas de Primaria y Secundaria y en los salarios máximos que puede percibir un/a director/a sin tener en cuenta los tipos de centros. Con todo, las diferencias llegan a alcanzar los 352,96 euros en Primaria y 615,84 en Secundaria.
Las comunidades donde se cobra un complemento máximo mayor en Primaria y Secundaria son Madrid y Cantabria. En Primaria, las CC. AA. con mayor retribución, además de las señaladas, son Murcia, Castilla-La Mancha y Cataluña y, para Secundaria, Cataluña, Murcia y Andalucía. Las que perciben un menor importe por este desempeño son Extremadura, Euskadi, Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Hay que recordar que los complementos específicos en el año 2015 eran inferiores a los que se percibían antes del 2010 (año en el que se llevó a cabo el recorte del 5% aplicado a todos los funcionarios), por lo que, aunque se han incrementado en torno al 18,5% de media, esta subida ha tenido que compensar los recortes retributivos que se arrastraron hasta 2020.
En general, el aumento retributivo se encuentra en torno al 19,65% en todos los cargos. No obstante, en Galicia han aumentado por encima de la media (con valores entre el 21% y el 25%). En Baleares, Cantabria (aunque en este caso es una de las comunidades que mejor retribuye este complemento) y Extremadura han aumentado por debajo, con un 16,25%, un 16,50%, un 17,3%, respectivamente. Canarias es la comunidad que menor subida ha experimentado, únicamente un 6,40%.
Es preciso tener en cuenta el momento actual de negociación establecido por el Ministerio de cara a modernizar el desempeño y la profesión docente, el nuevo marco competencial que se quiere implantar para el conjunto del profesorado. Dentro de este marco se encuentran algunas competencias que atañen de forma específica a la labor y desempeño de los equipos directivos, como las relacionadas con la estructura y organización del centro, el compromiso con la mejora y la calidad educativa, la coordinación y participación en planes, programas y proyectos, o, dentro de las competencias vehiculares, la referida al liderazgo.
Desde el Sector de Enseñanza de UGT SP, consideramos que, ante los nuevos retos a los que se enfrentan las escuelas en las diferentes etapas, se necesitan equipos directivos altamente formados en materia de gestión de centros, que garanticen el conocimiento de la estructura educativa, la gestión económica y los procedimientos administrativos. Además, esta formación no puede limitarse a la adquisición de herramientas eficaces de gestión económico-administrativa, sino que también se ha de potenciar la capacidad de liderazgo pedagógico, gestión de relaciones humanas o resolución de conflictos, entre otras, sin olvidar el papel que también desempeñan en áreas tan importantes como el conocimiento de la normativa, la convivencia y bienestar del alumnado y a la hora de promover que los centros sean seguros.
La función directiva se ha vuelto cada vez más especializada, por lo que requiere de una mayor capacitación y de una formación específica previa y en ejercicio, sin que ello suponga la creación de colectivos o cuerpos específicos de directores. El hecho de realizar esta formación también constituye en sí mismo un esfuerzo y un tiempo que va más allá de las obligaciones ordinarias del profesorado y constituye, por tanto, una opción personal.
Los equipos directivos van asumiendo cada vez más competencias, y con ello el aumento de responsabilidades. Esta nueva realidad y las dificultades que entraña deben ser recompensadas con mejoras de sus condiciones laborales, con un soporte formativo riguroso y con un adecuado reconocimiento profesional.
De hecho, dentro de la carencia actual y el poco atractivo de la profesión docente, se vienen observando con mayor frecuencia las dificultades para encontrar, dentro del profesorado, voluntarios que quieran afrontar la tarea de dirigir proyectos educativos en los centros, incluso que los procesos de selección queden desiertos y que la Administración no encuentre candidatos para asumir la tarea.
La creciente complejidad de los centros educativos, así como el aumento de responsabilidad, de especialización y de capacitación que hoy en día tienen los directores y el resto del equipo directivo, debe ser recompensada con mejoras de sus condiciones laborales y con un adecuado reconocimiento profesional que incentive a estos profesionales y favorezca el mantenimiento y la renovación de los equipos directivos.
Por último, desde UGT también defendemos que la actual consolidación parcial del complemento específico de los exdirectores se haga extensiva al resto de miembros de los equipos directivos.