La Comisión Europea ha propuesto normas más estrictas sobre los contaminantes del aire, las aguas superficiales y subterráneas y el tratamiento de las aguas residuales urbanas

La Comisión Europea ha propuesto normas más estrictas sobre los contaminantes del aire, las aguas superficiales y subterráneas y el tratamiento de las aguas residuales urbanas, debido a su importancia para la salud de las personas y los ecosistemas.

Las propuestas pretenden avanzar hacia el objetivo del Pacto Verde Europeo de conseguir un medio ambiente sin contaminación perjudicial de aquí a 2050. También responden a peticiones concretas expresadas en la Conferencia sobre el Futuro de Europa.

La revisión propuesta de las Directivas sobre la calidad del aire se debe hacer en consonancia con las pruebas científicas más recientes, así como con las tendencias sociales y las novedades tecnológicas. Se propone una reducción en más de la mitad del valor límite anual aplicable al mayor contaminante, las partículas finas en suspensión (PM2,5). Las propuestas presentadas dejan en manos de las autoridades nacionales y locales decidir qué medidas concretas adoptan para alcanzar las normas.

La Directiva revisada sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas contribuirá a que los europeos disfruten de aguas más limpias, al tiempo que hará que el tratamiento sea más eficaz desde el punto de vista de los costes. Se propone aspirar a la neutralidad energética del sector de aquí a 2040 y a mejorar la calidad de los lodos para facilitar una mayor reutilización, lo que contribuirá a una mayor economía circular.

Se exigirá a los países de la UE que hagan un seguimiento de la contaminación industrial en origen para aumentar las posibilidades de reutilización de los lodos y las aguas residuales tratadas. Las normas sobre la recuperación del fósforo de los lodos favorecerán su uso para fabricar fertilizantes.

Sobre la base de pruebas científicas actualizadas, la Comisión propone que se actualicen las listas de contaminantes del agua para un control más estricto de las aguas superficiales y subterráneas. Se añadirán a las listas 25 sustancias con efectos problemáticos bien documentados en la naturaleza y la salud humana. Por ejemplo: PFAS, una serie de plaguicidas y productos de degradación de plaguicidas, tales como el glifosato, bisfenol A (plastificante y componente de los envases de plástico, algunos productos farmacéuticos como analgésicos, antiinflamatorios, y antibióticos. Además, la Comisión propone avisos obligatorios tras sucesos río abajo en las cuencas hidrográficas.

Las nuevas normas reconocen los efectos acumulativos o combinados de las mezclas. Además, se actualizarán las normas correspondientes a 16 contaminantes, tales como los metales pesados y las sustancias químicas industriales, y se eliminarán cuatro contaminantes que ya no constituyen una amenaza en toda la UE.

Se ha abierto una consulta pública para la revisión de normas de calidad del aire y la revisión de la lista de contaminantes del agua donde se pueden aportar comentarios hasta el día 23 de diciembre de 2022. Las propuestas serán examinadas por el Parlamento Europeo y el Consejo, siguiendo el procedimiento legislativo ordinario. Una vez adoptadas, surtirán efecto progresivamente, con objetivos diferentes para 2030, 2040 y 2050, y dejarán a la industria y a las autoridades margen para adaptarse e invertir allí donde sea preciso.

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