La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero de 2018 el Día Internacional de la Educación, en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo de todo el planeta. Una jornada que, en este 2023, celebra su quinta edición y que tendrá como lema “Invertir en personas, priorizar la educación”. UGT quiere subrayar la necesidad de mantener una fuerte movilización política en torno a la educación que permita materializar los compromisos y las iniciativas mundiales en acciones que redunden en el acceso a la educación para todas y todos
El Día Internacional de la Educación se convierte en una plataforma para mostrar las transformaciones más importantes que hay que llevar a cabo para hacer realidad el derecho fundamental de todos/as a la educación. Especial mención merecen todas las niñas y mujeres de Afganistán, que ven privado su derecho a aprender, estudiar y enseñar. Por ello, en el Día Internacional de la Educación condenamos este profundo atentado contra la dignidad humana y contra el derecho fundamental a la educación.
Desde UGT insistimos en los retos necesarios para alcanzar el objetivo de Desarrollo Sostenible de una educación de calidad para todos/as en el año 2030:
- Garantizar unas condiciones de trabajo y empleo decentes para todo el profesorado. Lograr erradicar las condiciones de trabajo precario que sufren aún muchos docentes y contribuir a mejorar el estatus del profesorado y su valoración por parte de la sociedad.
- Lograr que las leyes educativas y que todas las normas que regulan las condiciones de trabajo del profesorado sean fruto de una real negociación con los sindicatos representativos del sector.
- Consolidar los sistemas de educación pública. Lograr una educación como servicio publico, libre de especulaciones ni comercialización.
- Conseguir que el sistema educativo no discrimine y que incluya a los más vulnerables.
- Fomentar el desarrollo de los Programas de Atención a laDiversidad y establecer mecanismos de supervisión para garantizar la equidad y evitar la segregación.
- Garantizar la inclusión en los contenidos curriculares de la educación para el desarrollo sostenible y, dentro de ella, el cambio climático. Lograr que la comunidad educativa tome conciencia de la importancia de los mismos y que participe como motor del cambio global.