La COVID-19 ya es enfermedad profesional para los profesionales sanitarios y sociosanitarios. Así lo ha aprobado este martes el Consejo de Ministros.
Con esta medida, que permitirá dotar de una mayor seguridad laboral al profesional sanitario, el Gobierno atiende una de las grandes reivindicaciones de estos colectivos desde el inicio de la pandemia.
Tras el anuncio de la nueva categoría del coronavirus en el ámbito sanitario, nuestra organización lo considera un acto de justicia y, por fin, se atiende una de las principales demandas de nuestro sindicato desde el inicio de la pandemia.
El pasado 22 de diciembre, la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición no de ley (PNL) por la que se instó al Gobierno a considerar enfermedad profesional, en vez de contingencia profesional derivada de accidente de trabajo, la baja laboral de los profesionales sanitarios contagiados por COVID-19 durante el ejercicio de su trabajo.
La diferencia entre enfermedad profesional y contingencia profesional derivada de accidente de trabajo radica en que la enfermedad profesional tiene cobertura durante toda la vida del trabajador o trabajadora, pues con el anterior tratamiento, que era sólo considerado como accidente de trabajo, únicamente se tenía cobertura durante los cinco años posteriores al contagio.
Hasta ahora estos profesionales debían acreditar el contagio mediante el correspondiente parte de accidente de trabajo, mientras que al declararse enfermedad profesional se da por demostrado que el origen es de carácter laboral.
FeSP-UGT se congratula de que el Gobierno, por fin, haya tenido en cuenta nuestra demanda y de que nuestros profesionales estén mejor protegidos ante las posibles consecuencias de esta pandemia, pero estamos pendiente del desarrollo normativo y su posible aplicación a otros colectivos, que también tienen derecho a esta protección.