En el primer día de huelga en Correos convocada por CCOO y UGT, con un seguimiento del 90% de la plantilla, éxito rotundo de la marea amarilla postal que ha inundado las calles de Madrid con 20.000 mil trabajadores/as de toda España y que ha desembocado ante el Congreso de los Diputados para protestar contra el desmantelamiento del Correo Público por parte del Gobierno.
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La huelga general que comenzó en el turno de noche paralizando los grandes centros de Correos, ha culminado su primera jornada con un éxito rotundo de seguimiento (el 90% de la plantilla, más de 42 mil trabajadores/as) y de participación multitudinaria de unos 20.000 trabajadores y trabajadoras en la manifestación por las calles de Madrid que se concentraron delante del Congreso de los Diputados, desplazados desde todos los rincones del país. Al finalizar el recorrido de la manifestación cuatro trabajadores de las principales categorías laborales de Correos explicaron el deterioro postal y la precariedad laboral que sufren en la mayor empresa pública del país. En el Congreso de los Diputados los manifestantes recibieron el apoyo y la solidaridad de representantes de los grupos parlamentarios del Congreso de ERC, Compromís, Partido Popular, Unidas Podemos, con una sonora ausencia del PSOE. CCOO y UGT continuarán con las movilizaciones el día 2 y 3 de junio con concentraciones en las principales capitales de provincia del país para exigir un modelo postal público de país avalado por el conjunto de la sociedad. |
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La huelga general que comenzó en el turno de noche paralizando los grandes centros postales de Correos ha culminado su primera jornada con un éxito rotundo de seguimiento (un 90% de la plantilla, más de 42 mil trabajadores/as) y de participación multitudinaria en la manifestación postal de unos 20.000 trabajadores/s trabajadores y trabajadoras, desplazados desde todos los rincones del país, para protestar contra el desmantelamiento postal por parte del gobierno.
La manifestación partió desde la emblemática plaza de Callao en la Gran Vía, discurriendo por las calles de Madrid y llenando de color amarillo (postal) el centro de la capital, finalizando el recorrido en el Congreso de los Diputados, donde cuatro trabajadores y trabajadoras de las principales categorías laborales de Correos (reparto urbano y rural, agentes de centros de tratamiento y personal de oficinas), explicaron el deterioro y abandono postal y la incertidumbre y la precariedad laboral instaurada en la mayor empresa pública del país.
En el Congreso de los Diputados los trabajadores y trabajadoras de Correos que se manifestaban recibieron el apoyo y la solidaridad de distintos representantes de los grupos parlamentarios del Congreso Partido Popular, ERC, Compromís y Unidas Podemos a los que trasladaron su preocupación por la difícil situación que está atravesando la empresa postal con más de 300 años de historia.
Las organizaciones sindicales mayoritarias de Correos CCOO y UGT, con más del 70% de representación, manifestaron que continuarán con las movilizaciones programadas para los días 2 y 3 de junio en las principales capitales de provincia del país para exigir un modelo postal público de país avalado por el conjunto de la sociedad, que garantice el carácter público y social del servicio postal público que llega a todos los rincones del estado y de la España vaciada, a la vez que presta servicios de las administraciones de interés económico social con financiación pública suficiente y con inversiones para su modernización, diversificación e internacionalización que la hagan sostenible económica y socialmente para prestar un servicio de calidad a la ciudadanía del país.
CCOO y UGT continuarán con las movilizaciones el día 2 y 3 de junio con concentraciones en las principales capitales de provincia del país para exigir un modelo postal público de país, moderno y competitivo, avalado por el conjunto de la sociedad y la paralización radical del actual plan de desmantelamiento del Correo público de nuestro país que está en una de las fases más críticas de su historia por la nefasta gestión del actual presidente de Coreos, Juan Manuel Serrano, que cuenta inexplicablemente con el aval del actual Gobierno de coalición.
Ante el éxito sin paliativos de la marea amarilla postal que ha hecho una enmienda a la totalidad del plan estratégico de Correos, es evidente que el Gobierno ha de mover ficha si no quiere tener un coste social y político impredecible.