«La crisis generada por la pandemia continuará profundizándose porque las reglas de poder están en manos de las corporaciones» Rosa Pavanelli
Entrevistamos a la Sª General de la Internacional de los Servicios Púbicos, Rosa Pavanelli, para el número 17 de la revista la Karishina. En pleno congreso de la FeSP UGT e inmersos en la crisis generada por la panademia sus palabras cobran más relevancia que nunca.
1. En primer lugar, y dada tu experiencia en la visión global sobre el papel de los servicios públicos a nivel mundial, nos gustaría preguntarte: ¿cómo crees que ha afectado la pandemia a los objetivos que se habían establecido en la Agenda 20/30?
Hemos visto la captura del poder corporativo de manera más clara que nunca. Nadie podría negar ahora que mientras la gente muere y padece, los capitales se incrementan, se concentran y tienen mayor poder político, tanto en el plano nacional como internacional. Dentro del mismo Sistema de Naciones Unidas vemos como el sector privado va tomando más presencia, desde en el financiamiento hasta en las decisiones. El sector privado se ha convertido en “el” actor, con pie de igualdad junto a los gobiernos y a las agencias de la ONU, mientras que la sociedad civil va perdiendo espacio, poder, voz. El confinamiento ocasionado por la pandemia, ha cerrado aún más los espacios reales de presión política para los actores de la sociedad civil, entre ellos los sindicatos.
El cumplimiento de la Agenda 2030, se ha visto afectada por la crisis ocasionada por la pandemia, sí, más esta crisis continuará profundizándose además porque las reglas de poder están en manos de las corporaciones. No habrá mayor avance, si es que el sistema político internacional no se sustenta en la capacidad de los Estados nacionales de reconstituirse en la lógica del “estado de bienestar”, los Estados como mecanismos de generación de igualdad, equidad y justicia social, por ello el vínculo fundamental entre servicios públicos en manos públicas y el real ejercicio de los derechos humanos.
2. Centrándonos un momento en las mujeres y sus condiciones de vida, dado que la igualdad era un objetivo de la agenda 20-30, nos podrías contar: ¿cómo está afectando esta pandemia de forma específica en la vida las mujeres?
La pandemia ha impactado en la médula del trabajo históricamente atribuido a las mujeres y ha exacerbado la violencia que se ejerce sobre ellas, a tal punto de haber tenido un aumento exponencial del feminicidio, como nunca.
La realidad nos ha puesto enfrente lo que la sociología y la economía feminista ha planteado desde hace décadas y hoy ya nadie lo puede negar. La pandemia nos ha demostrado cómo el trabajo no remunerado de cuidado es esencial para el sostenimiento y reproducción de la vida, pero también para el sostenimiento y reproducción del sistema capitalista; y ese trabajo vital, esencial, estratégico está en manos mayoritaria de las mujeres por la histórica división sexual del trabajo, por lo tanto el trabajo de las mujeres, ese trabajo “invisible”, ni siquiera considerado como “trabajo”, devaluado como reproductivo y no “productivo” entra en crisis. En paralelo, vemos también que en el trabajo remunerado de cuidado hay una mayoritaria presencia de mujeres, en la primera línea de atención y respuesta a la pandemia y a sus consecuencias; no obstante, ese trabajo está segregado ocupacionalmente y en las instancias de decisión por razones de género, existe una considerable brecha salarial de género y aún la presencia de mujeres en las mesas de propuesta y negociación de salida a la crisis es muy baja.
Vivimos por tanto un momento de crisis global del cuidado. Crisis que se sostiene en la ausencia de políticas públicas sobre el cuidado, en falta de capacidad y comprensión de los Estados sobre que el cuidado es responsabilidad pública y no familiar. Crisis que se sostiene en la sobre explotación del trabajo de las mujeres tanto no remunerado como remunerado y la ausencia de políticas de trabajo decente. Además vemos que la crisis aumenta con la introducción de la lógica del lucro en los servicios de cuidado, que viene acompañado por la privatización y por el fraude fiscal.
Y todo esto tiene un correlato en la violencia de género y su expresión más alta el feminicidio, pues la violencia se convierte en una respuesta social a la crisis, y la necesidad estructural y sistémica de control hacia las mujeres. La violencia es un mecanismo de mantener en “orden” a las mujeres, de mantener a las mujeres en el lugar que históricamente se les ha atribuido, y en el “orden” de la pandemia, esto refiere a su lugar en el trabajo de cuidado.
Quiero reafirmar aquí, una vez más la importancia de los servicios públicos en la salida de esta crisis, por ello la ISP ha planteado como una prioridad desde su Congreso en 2017, la lucha por servicios públicos de calidad transformadores de las relaciones de género (gender responsive quality public services).
Entrevista completa a Rosa Pavanelli, Sª General de a IPS en la REVISTA LA KARISHINA Nº17