CORREOS PONE A LA FIRMA DE LOS SINDICATOS
EL “BLANQUEO” Y LA VALIDACION DEL DESGUACE DE CORREOS
CCOO Y UGT RECHAZAN RADICALMENTE EL MODELO “SERRANO” DE
DESMANTELAMIENTO QUE NOS LLEVA INDUDABLEMENTE A SU QUIEBRA Y A UN
DESTROZO LABORAL SIN PRECEDENTES
Parece ser que el 16 de diciembre, sin luz ni taquígrafos (como viene ocurriendo en los últimos 7 meses desde que se iniciaron las reuniones sobre el Plan Estratégico, a las que, desde su inicio, CCOO UGT decidimos no asistir, conscientes de que se trataba de una maniobra para “blanquear” con las siglas sindicales el destrozo que se estaba y está haciendo a Correos), la empresa convocó una mesa de cierre de la reflexión “compartida” con los sindicatos con los que se ha venido negociando el Plan Estratégico (CSIF, SL, CGT, CIG y ELA), remitiéndoles para su firma un documento que reza lo siguiente: “Durante la primera mitad de 2021-en concreto 7 meses- se ha desarrollado un proceso de diálogo y contraste de opiniones entre la dirección de la Sociedad Estatal de Correos y (…) CSIF, Sindicato Libre, CGT, CIGA y ELA (35% de representación) destinado a compartir las principales características y objetivos del Plan Estratégico del Grupo Correos 2021-2024. Con el propósito de concluir esta fase de diálogo y dar a conocer los aspectos que creemos más relevantes a la hora de caracterizar los retos de futuro que hemos de abordar, consideramos conveniente realizar la siguiente declaración”.
Más allá del “detalle” de que recoja, exactamente, el mismo relato justificativo del desguace que se nos ofreció a la firma en diciembre de 2019 (y que CCOO y UGT también rechazamos entonces), dos años después de aquella fecha, el documento remitido (cocinado por un mediador muy bien pagado y la consultora Deloitte, a instancias de Serrano) busca el mismo objetivo: que las organizaciones sindicales validen y blanqueen el desmantelamiento de Correos matriz, es decir, FIRMAR PARA DAR POR BUENO, ACEPTAR Y AVALAR –como recoge expresamente el documento- TODO LO QUE SE HA HECHO EN ESTOS DOS AÑOS (incluyendo esos 7 meses de silenciosos encuentros). Es decir.
- ACEPTAR Y VALIDAR LOS RIDÍCULOS 110 MILLONES DE € DE FINANCIACIÓN DEL SPU, o, lo que es lo mismo, RENUNCIAR EXPLÍCITAMENTE A UN SERVICIO PÚBLICO POSTAL VERTEBRADOR SOCIAL Y TERRITORIAL (concepto que no se nombra ni una sola vez en el documento) para nuestro país, para entregarlo al La Poste francesa, con un territorio similar y a pesar de tener una potente Banca postal, obtiene del Estado casi 1.000 millones de financiación del SPU y vertebración política y territorial del Estado.
- ACEPTAR Y AVALAR el evidente e intencionado DEBILITAMIENTO/ DESMANTELAMIENTO DE CORREOS MATRIZ:
- Ceses directivos, a nivel estatal y territorial, para dar entrada a “paracaidistas” externos.
- Vaciamiento de la actividad sin precedentes (centros completamente vacíos, incluso en plena campaña de Navidad) por renuncia a la carta, trasvase de paquetería a CEX y pérdida de mercado ante el resto de los operadores postales, por la errática política de precios y la nefasta gestión de Serrano y sus directivos.
- Venta o regalo “político” del patrimonio inmobiliario (Valencia, Barcelona, Toledo, Almería, Castellón, Badajoz, Málaga, Salamanca, Mahón, Algeciras, Mataró, etc ).
- Las mayores pérdidas en la historia de Correos: casi 500 millones en tres años.
- Un déficit estructural de 400 millones que ha obligado a Correos, por primera vez en su historia, a solicitar préstamos por más de 000 millones de €.
- 7 mil trabajadores/as menos de plantilla media en los últimos tres años (de 000 a los 48.000 actuales), pese a las consolidaciones de empleo (se recorta más que se convoca).
- El fracaso de todas las ocurrencias -que no propuestas rigurosas- en diversificación, todas ellas deficitarias y con pérdidas.
- Internacionalización “a la panameña” sin rumbo y con nula rentabilidad (pérdidas).
- ACEPTAR Y AVALAR LA APUESTA CLARA POR LA FILIAL CEX como eje del Grupo Correos: son los directivos de aquella los que dirigen la matriz Correos y esquilman su actividad para “engorde” de la filial, buscando, probablemente, su posterior privatización.
- ACEPTAR Y AVALAR EL DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO SIN PRECEDENTES: con un cambio de modelo en oficinas, CTA y en CARTERÍA, realizado para facilitar el trasvase de actividad, y que conlleva la polivalencia, precarización y flexibilización de las condiciones de trabajo como contrapartidas.
Pero la firma o aval de ese documento “muñido” por “paracaidistas” ajenos a Correos, también conlleva el dar un cheque en blanco a las intenciones que ahora no se quieren contar, pero que aparecerán a corto y medio plazo, dejando las manos libres a Serrano para llevar a cabo lo que en estos dos años no han conseguido: los tres días a la semana de reparto del SPU y sacar la paquetería del SPU -ahora hasta 20kg-, lo que dejará la financiación del SPU en menos de 40-60 millones de €; abrir a otros operadores la prestación del servicio público postal (Correos es preferente hasta 2025); seguir vendiendo/regalando el patrimonio de Correos (optimizar dice el documento); seguir vaciando Correos en favor de CEX (“…integración de centros y el traspaso de mercancía entre Correos y Correos Express”, recoge el documento). Es decir, el modelo alemán: una matriz Correos pequeña, con decenas de miles de trabajadores/as menos, y una filial y/o filiales en aumento, con precarias condiciones laborales, para ajustar costes y arreglar la cuenta de resultados del Grupo Correos. Sinceramente, ¡para este viaje no hacían falta tantas alforjas!: sentarse durante 7 meses para concluir lo mismo que ya se había remitido en el documento de 2019 y se viene ejecutando implacablemente desde hace dos años, un plan de desmantelamiento en toda regla. puede calificarse de todo (teatro, escenificación, pantomima), pero, de ningún modo, de negociación rigurosa. Parecería una broma si el asunto (futuro del Correo Público) no fuera tan serio.
¿Y cuáles son las contrapartidas? El documento las recoge con claridad: “Los firmantes son conocedores de la magnitud de los cambios (…). Sus implicaciones, como se ha señalado en la presente declaración, son económicas y financieras, pero también laborales”, (…) con las contrapartidas e intercambios sociales y laborales deben ser abordados en los instrumentos pertinentes (Convenio Colectivo y Marco de Relaciones Laborales y Acuerdo General)”. Traducimos: se da cobertura y relato a la aplicación de las jornadas partidas; a la ruptura del modelo de cartería con “carteros/as para todo”, la del modelo de oficinas (no postales sino de atención ciudadana), con ATC de comerciales sin cobrar y trabajando para CEX) y la del modelo logístico (CTA cada vez con menos actividad que se va para CEX); a la masificación de contratos a tiempo parcial; al enquistamiento de las bolsas de empleo que no van a poder rotar (un recorte del 60% de la contratación); a la asignación de Jefaturas intermedias por algoritmo; a cada vez menos vacantes en el Concurso de Traslados; a la supresión de centros y a la generalización de la movilidad funcional y, a futuro, geográfica.
CCOO y UGT no van a formar parte del enterramiento del Correo Público de nuestro país y la precarización de los derechos laborales en ningún caso, y menos a cambio de unas migajas (un supuesto salario variable, solo para quienes la dirección quiera, y alguna jubilación parcial, cuestiones para las que no hace falta Convenio/Acuerdo). Va a ser difícil explicar a los trabajadores/as esta firma (si es que alguien avala el documento, claro). No va a ser el caso de CCOO y UGT, porque no vamos a poner nuestras siglas en el certificado de defunción de Correos después de más de 300 años de existencia. Allá cada cual con sus decisiones y lo que tenga que explicar a los trabajadores/as.