Correos actúa más allá del Estado de Alarma contratando ilegalmente a 1.500 personas, reconoce su caos organizativo inicial volviendo a cambiar arbitrariamente los horarios en 61 oficinas en todo el Estado y la ilegalidad de utilizar a los notificadores para actividad no esencial.
CCOO y UGT insisten en la realización de contratos al margen del Convenio y la normativa laboral por ahorrarse trámites en la gestión.
- Se amplían horarios de 61 oficinas -rectificando su plan inicial- con claras asimetrías en la implantación territorial de la medida.
- La presión sindical hace rectificar a la empresa que ha afirmado que, a partir de ahora, el personal de notificaciones sólo se destine a esa función.
CCOO y UGT han reiterado el desbarajuste en la gestión tras las últimas medidas aplicadas por Correos, que ambos sindicatos califican de improvisación permanente. Entre ellas, figura la renovación de 1.500 contratos realizada al margen del Convenio Colectivo, saltándose los mecanismos legales de llamamiento. Esta medida atenta contra el derecho al empleo y a la carrera profesional, y supone una discriminación sin precedentes que puede provocar miles de demandas por lesión de derechos subjetivos. Una cosa es actuar en un contexto de crisis y otra que se quiera aprovechar la ocasión para tomar decisiones al margen del marco legal.
Además, en pleno estado de alarma y de restricción de actividad, Correos ha manifestado su intención de reabrir el turno de tarde, con 5.000 personas, suprimido temporalmente desde el 15 de marzo, para notificaciones. Ambos sindicatos han recordado que estas se encuentran actualmente limitadas a las de Hacienda y Seguridad Social, una mínima parte de las habituales, por lo que no justifican la medida que conlleva una alta exposición. En todo caso, Correos vuelve a dar la razón a las organizaciones sindicales al afirmar que este personal solo se destinará a notificaciones, reconociendo que lo ha utilizado ilegalmente para todo tipo de actividad. CCOO y UGT estarán vigilantes para denunciar la senda de ilegalidad en la que se ha instalado la empresa pública.
Por otra parte, Correos ha informado, sin detallar ningún tipo de justificación o explicación previa, sobre la ampliación de horario de atención al público de 61 oficinas en todo el territorio. Esto demuestra que la crítica sindical a los criterios organizativos en red de oficinas era acertada y que el error ha provocado otro desbarajuste y la consecuente rectificación. La entrega de mascarillas a transportistas se ha hecho (pese a las advertencias sindicales) con una desorganización patente que ha producido colapsos y protestas en muchos puntos del país así como un mayor riesgo para el personal de oficinas por las aglomeraciones ocasionadas (algo en contra de lo que el Gobierno aconseja). Por no hablar de que la decisión de ampliar el horario solo en una parte pequeña de la red de oficinas comporta unas diferencias y discriminación entre localidades (población atendida) que no se entienden. La única justificación que Correos ha querido dar es que, en las oficinas en las que se amplía el horario, existe un problema de desbordamiento en la atención a los usuarios. Para CCOO y UGT es un ejemplo más de la falta de planificación y mala organización.
CCOO y UGT han advertido una vez más que la dirección del ente postal no puede convertir el estado de alarma en estado de excepción aprovechando la situación para tomar decisiones al margen del marco legal vigente y suprimiendo los derechos de negociación colectiva de 52 mil trabajadores/as.