Por todos es conocido que el contacto social es la fuente principal de contagio del coronavirus, por esa circunstancia y de cara a las festividades navideñas es importante no bajar la guardia.
No hay una única medida que detenga los contagios, sólo la suma de medidas complementarias: uso de mascarillas, geles, distancia de seguridad, ventilación o higiene personal, realizadas de forma conjunta, minimizan el riesgo de infección.
Con las fiestas de Navidad sucede lo mismo. Cuanto más nos alejemos del escenario seguro ―solos en casa―, más medidas tendremos que tomar para minimizar el peligro. Nunca habrá riesgo cero. Pero si, al final, vamos a celebrar las festividades, lo mejor es tomar el mayor número de medidas preventivas y evitar las situaciones más peligrosas (de mayor riesgo).
Por lo tanto, hay dos principios generales respecto a las reuniones familiares:
- El único escenario seguro es evitar las reuniones.
- Si se realizan reuniones familiares, a mayor riesgo, es decir mayor probabilidad de contagio, más medidas preventivas hay que tomar.
MODELO DE PROTECCIÓN DE VARIAS CAPAS (MODELO DE QUESO SUIZO)
Ninguna medida, de forma aislada, puede detener de forma completa la expansión del virus, pero al utilizarlas de forma conjunta, actúa como un filtro de muchas capas en las que a cada capa que se va utilizando, se va disminuyendo la cantidad de virus que pasa de una capa a otra. El virus puede atravesar una o varias capas, pero es muy difícil que las atraviesen todas las capas juntas.
En este artículo de El País (ver) se hace un esquema de los principales riesgos y medidas preventivas que hay que tomar en función de las distintas decisiones que vayamos tomando a la hora de planificar nuestras fiestas navideñas.