8M Entrevista a Julio Lacuerda

ESENCIALES. TRABAJADORAS EN LOS SERVICIOS PUBLICOS EN TIEMPOS DE COVID 19

Entrevista a Julio Lacuerda. Secretario General de FeSP UGT
Realizada por Luz Martinez Ten. Secretaria de Mujer y Políticas Sociales FeSP UGT
 
Buenos días Julio, en poco tiempo se celebrará el Congreso de FeSP UGT, en un momento, en que la pandemia, ha subrayado la importancia de unos Servicios Públicos. En este sentido, ha sido importantísima la labor de la sanidad..
 
Efectivamente, la sanidad pública ha respondido con un sentido absoluto de la responsabilidad, y creo que la ciudadanía se ha manifestado claramente a favor de un Estado de Bienestar que garantice los derechos de toda la población. En este sentido, me gustaría recordar que el derecho a la sanidad, fue una conquista fundamental de la democracia. Y de esto no ha pasado tanto tiempo. Basta con recordar las políticas de caridad del franquismo, para comprender por qué sindicalmente defendemos de forma tajante la importancia de un sistema de protección universal, gratuita y de calidad. Te voy a poner un ejemplo personal, porque creo que ilustra perfectamente esta idea. Cuando era pequeño tuve una enfermedad. Para ser atendido mi madre me llevaba al único Hospital  provincial que había en Valencia, atendido por monjas. Ibas a consulta con una carta del cura, como pobre, e igual te atendían que no. Todos los hospitales tenían la sala de distinguidos, que eran los que iban pagando, separada de la de los pobres, donde las monjitas nos atendían. Así que el derecho a la salud, como trabajadores o ciudadanos, dependía de que tuvieras medios económicos para costeártela o de la caridad o arbitrariedad de un Estado que no garantizaba los mismos derechos para todos. Por lo que los ciudadanos no sabíamos qué podíamos esperar o reclamar.
 
Entiendo que esto cambió con la llegada de la democracia…

 
Pero no cambió por inercia. Las cosas no suceden sin más, sino que responden a la lucha ingente que se realizó desde la clandestinidad en los años de dictadura y posteriormente en los años de transición a la democracia. En estos años, desde el sindicalismo de clase, confluimos con  movimientos vecinales y sociales, como el movimiento feminista y con organizaciones políticas para diseñar un nuevo modelo de país. En 1977 se aprobaron una serie de medidas que influirían de forma decisiva en las políticas públicas y la organización de las administraciones, como fueron ofrecer subvenciones a las empresas del 50% de las cotizaciones a la Seguridad Social por contratación de jóvenes y parados; reforma fiscal; nueva política educativa y de urbanismo, suelo y vivienda; la reforma de la Seguridad Social y del sistema financiero; y nueva política agrícola, pesquera y de comercialización, así como una nueva política energética; y algo esencial, la libertad de expresión. También en este año, la Ley de Amnistía (Ley 46/1977) incluiría entre sus supuestos la llamada amnistía laboral con aplicación generalizada. Un año después, con la aprobación de la Constitución se ordenaba un sistema de derechos colectivos  e individuales que situaban a los sindicatos en un papel político y social fundamental.
 
La Federación de Empleados y Empleadas Públicas de UGT, surge en estos momentos ¿verdad? Porque la dictadura tenía controlado todo el sistema administrativo. 

En 1982, se creó la Federación de Servicios Públicos de UGT. Desde el principio, nuestro interés sindical, era por una parte mejorar las condiciones laborales, pero por otro, implementar los principios democráticos que pudieran desarrollar los pilares en los que se asienta el Estado de Bienestar. Es decir, queríamos cambiar la concepción que había imperado durante los cuarenta años de dictadura, invirtiendo la pirámide de forma que los y las empleadas públicas pasaran de servir al régimen a ponerse a disposición de las necesidades de la ciudadanía. Pasamos de una Administración que se rige por la potestad del régimen, en donde las y los ciudadanos no sabían muy bien que le iba a contestar la Administración y que cuando obtienen algún servicio se asume como una gracia concedida, a un concepto completamente opuesto, en el que va a existir procedimiento común con derechos exigibles.
 
Y se aprobó la Ley de Sanidad

 
Sí. La Ley General de Sanidad se aprobó en 1986. Fue el buque insignia, que  proyectó la conciencia de que la ciudadanía, debía tener acceso a derechos sociales. Constituyó un paso fundamental dentro de la idea de Estado de Bienestar, que ya funcionaba en otros países europeos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, desde el pacto de que la economía debe estar subordinada al bienestar social del conjunto de la ciudadanía, asegurando la cobertura universal y el acceso a bienes y servicios básicos como son la  salud, educación, servicios sociales,  pensiones y más tarde la ayuda a la dependencia. De esta forma, desde las Administraciones Públicas,  se crearon  las condiciones básicas para brindar servicios universales, en forma de derechos. Lo que no es otra cosa que poner las bases de un Estado que reconocía lo social más allá del mercado, o más allá del régimen como fue nuestro caso.
 
 
 
 

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