Tras las protestas del 27 de marzo y 27 de abril, los sindicatos con representación en la mutua FREMAP, UGT, CCOO y CSIF, han convocado a los 4800 empleados de la plantilla de FREMAP a manifestarse el día 25 de mayo, con el siguiente calendario en contra de la precariedad laboral en la que se encuentran
Central Majadahonda: concentración de 12:00h a 13:00h y 15:30h a 17:00h
Hospital de Barcelona: concentración de 13:30h a 16:30h
Hospital de Sevilla: concentración de 14:00h a 16:30h
Reclaman salarios dignos, reparto justo y homogéneo de la masa salarial, establecimiento de funciones, activación de carreras profesionales, implantación del teletrabajo, jornada de 35 horas, un plan de igualdad y de riesgos psicosociales, y medidas de control y transparencia en la gestión.
A las movilizaciones se han adherido trabajadores del resto de las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, quienes se manifestarán conjuntamente a las puertas de los centros señalados para sumarse a las reivindicaciones y exigir la condición de empleados públicos.
Los trabajadores y las trabajadoras de las mutuas se posicionan en contra de la actual corriente de privatización de la sanidad, se adhieren a las protestas de la ciudadanía contra la destrucción de los servicios públicos y declaran que seguirán desarrollando las acciones necesarias hasta que el sector dependa directa y completamente del Estado.
Las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social (antiguas Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales) tienen un gran peso en el sistema de la seguridad Social en tanto en cuanto manejan un presupuesto anual de 14.000 millones de euros, procedentes de las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social, con el cual gestionan las prestaciones de 19 millones de personas trabajadoras en materia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, cese de actividad de autónomo, situaciones de riesgo de embarazo y cuidado a menores por enfermedad grave.
Las mutuas surgieron en el año 1900 como asociaciones privadas de empresarios en el ámbito del sector de seguros. En 1963, en virtud de la Ley de Bases de la Seguridad Social, se estableció un sistema de protección social único que las incorporó dentro del sector público, lo que, desde ese momento, supuso que sus ingresos procedieran de las cuotas de los trabajadores a la Seguridad Social.
Contra la lógica tendencia a que las mutuas se convirtieran en entidades plenamente integradas en la salud pública ese hecho nunca se produjo y, pese a estar tuteladas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y nutrirse de fondos públicos, mantienen su identidad jurídica privada para beneficio de sus directivos y perjuicio de los trabajadores los cuales se encuentran en una permanente indefinición e indefensión, sufriendo los recortes salariales del sector público pero también siendo excluidos de las mejoras pactadas entre sindicatos y CEOE. Los empleados de las mutuas están sometidos a sobrecargas de trabajo con una remuneración muy por debajo de las del sector público. “Recae sobre nosotros la peor parte de la empresa pública y de la privada” -se lamentan.