El día 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la audición. Con el lema “Para oír de por vida, ¡escucha con cuidado! “ La OMS celebrará este día centrándose en la importancia de la escucha segura para conservar una buena audición durante toda la vida y la trascendencia de prevenir la pérdida de audición.
Desde nuestra Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente no podemos pasar por alto que la pérdida de audición por las condiciones de trabajo es una enfermedad profesional de las más padecidas por los trabajadores europeos. Los daños al oído por la exposición a ruidos no pueden revertirse. Por ello, la prevención es la única forma de evitar esta enfermedad profesional.
¿Qué es el ruido?
El ruido es uno de los agentes físicos más habituales en los lugares de trabajo. Sus efectos negativos sobre el sistema auditivo se conocen desde hace muchos años y puede tener otros efectos tanto de tipo clínico como psicosocial.
Una definición de ruido sería “todo sonido peligroso, molesto, inútil o desagradable” entendiéndose como sonido “el fenómeno físico que provoca las sensaciones propias del sentido humano de la audición”.
Desde el punto de vista físico, es una propagación de energía mecánica en forma de frentes sucesivos de sobrepresiones. Este tipo de energía se conoce como energía sonora.
La presión sonora está relacionada con nuestra percepción del volumen o intensidad del sonido y la frecuencia con nuestra percepción del tono y se mide en decibelios (dB).
¿Cómo afecta a los trabajadores un nivel de ruido elevado?
El efecto más conocido y probablemente el más grave, es la pérdida de capacidad auditiva o hipoacusia. Sin embargo existen otros efectos como los acúfenos (sensación de pitido en los oídos), la interferencia en la comunicación hablada o con las señales acústicas, alteraciones de la capacidad de concentración, molestias y efectos extra-auditivos o fisiológicos que junto con otros factores originan:
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Aumento de la tensión arterial y arteriosclerosis.
- Aumento de la incidencia de úlceras gastroduodenales y de la acidez.
- Alteraciones de la agudeza visual, el campo visual y la visión cromática.
- Trastornos del sueño, cansancio, irritabilidad, inquietud, inapetencia sexual.
- Alteraciones de la concentración de algunas hormonas en la sangre.
¿Cómo puedo saber el nivel de ruido en mi trabajo es dañino para la salud?
En España, la normativa que regula la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a ruido es el Real Decreto 286/2006. En él se establecen los requisitos que deberá cumplir la evaluación de riesgos de los puestos de trabajo en los que puedan existir riesgos derivados de la exposición al ruido, los valores de referencia y las medidas de prevención y control que deben llevarse a cabo si se superan dichos valores.
Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción:
- LAeq,d: 80 dB(A)
- Lpico: 135 dB(C)
Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción
- LAeq,d: 85 dB(A)
- Lpico: 137 dB(C)
Valores límite de exposición:
- L’Aeq,d: 87 dB(A)
- L’pico: 140 dB(C)
- L’=L-Atenuación protector auditivo
¿Qué se debe hacer al realizar la evaluación de riesgos auditivos?
1. Si los resultados de la evaluación indican que no se superan los valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción, el riesgo es aceptable y no es necesaria ninguna actuación.
2. Si se superan los valores inferiores de exposición pero no se llega a los valores superiores:
- Poner a disposición de los trabajadores, fomentando su uso, protectores auditivos individuales apropiados y correctamente ajustados.
- Revisión médica de la función auditiva del trabajador al menos cada 5 años.
- Información y formación a los trabajadores sobre los riesgos y medidas preventivas
- Repetir la evaluación de riesgos y mediciones al menos cada 3 años.
3. Si los resultados sitúan la exposición por encima de los niveles superiores de exposición que dan lugar a una acción:
- Se deberá reducir el riesgo de exposición mediante la adopción de programa de medidas técnicas y organizativas, priorizándose las medidas de reducción del ruido en el origen sobre las de protección y, a su vez, la protección colectiva a la individual.
- Uso obligatorio de protectores auditivos adecuados y vigilancia de su uso.
- Señalización apropiada, así como limitación y control de accesos.
- Control de la función auditiva del trabajador al menos una vez al año.
- Información y formación a los trabajadores sobre los riesgos y sus medidas preventivas.
- Repetir la evaluación de riesgos y mediciones al menos una vez al año.